Monterrey.- Para cuando aparezcan estas líneas, el gobierno de México habrá superado esta cantidad de vacunas anti Covid-19, aplicadas.
La campaña inició el 23 de diciembre de 2020, bajo malos augurios. Las farmacéuticas incumplieron la entrega pactada de dosis, por el acaparamiento de los países ricos. México consiguió una cantidad apenas simbólica.
La Oposición en México adelantó el fracaso del gobierno federal y anarquía total. Con su respectivo berrinche, no querían a los servidores de la Nación.
Hubo fallas al principio, como todo lo que se hace por primera vez. Lo expresó el poeta Machado: “caminante no hay camino, se hace camino al andar, golpe a golpe, verso a verso”. Vacuna a vacuna, la cifra de protegidos va aumentando.
Siguieron las ocurrencias opositoras, una de lo más desafortunada fue la de nuestro secretario estatal de Salud, al afirmar que un lote de vacunas, estaba “echada a perder”. Nadie le hizo testera, fue castigado con el látigo de los desprecios.
Luego se pretextó que México no iba a la velocidad de los países del Primer Mundo; sentenció nuestro poeta José Alfredo: “No hay que llegar primero, pero hay que saber llegar”. Para junio, es seguro que reciben su dosis los 15 millones de adultos mayores, estimados.
El proceso fluye, la Oposición se cuece a fuego lento en su frustración. Hoy, la plañidera es que el Gobierno federal lo utiliza como propaganda electoral.
No se ponen calcomanías de Morena a cada inoculado, tampoco se transformarán en Pejezombies o Amlovers. Sencillamente reciben con el biológico, un plus de tranquilidad.
Por cada vacunado hay, mínimo, tres parientes allegados; fácilmente serán 60 millones de ciudadanos, con su dosis de relax.
Nadie les pedirá que agradezcan al gobierno federal, solo está cumpliendo con su deber.
Un cliente satisfecho es la mejor recomendación.