Monterrey.- Porcentaje de aprobación en el segundo año de gobierno.
La encuesta del periódico español El País, apuntó más del 65%, Reforma lo deja en 55; cuchareados de menos o más otros sondeos, quedaron entre estos niveles. Puede valorarse como una baja, comparado a lo de hace dos años, o no tan catastrófico, siendo este año tan turbulento. Para algunos medios de comunicación deben ser frustrantes estas cifras. Lo refleja la cara de estreñido del periodista Ciro Gómez Leyva, cuando lo informa frente a la cámara.
Si a la popularidad del Peje se añaden los pronósticos para el calendario electoral, se percibe negro panorama para los opositores de la 4T; Morena aventaja en 14 de las 15 gubernaturas en juego para el 2021; Reforma señala que, para diputados federales, el partido de AMLO supera a los restantes por dos a uno.
Al principio de la pandemia parecía que sus Opositores –el bloque de gobernadores separatistas, el PRIANPRD, Coparmex, CCE– darían un golpe espectacular, para quedar bien posicionados, de cara a los comicios de 2021. Resultó agua de borraja, solo persisten algunos como los Frena; pero estos amigos no les interesan las elecciones, quieren que López Obrador renuncie a la de ya.
Se vislumbra avance de Morena, incluso un arrollador triunfo en el ámbito federal, estatal y local, tipo el viejo PRI-Gobierno. No sería bueno.
Los partidos políticos necesitan presentar alguna propuesta atractiva para que ese 40% de ciudadanos inconformes, los vean como una Oposición inteligente; no atenida a videos y periodicazos para criticar y descalificar cada acción del gobierno.
Si no se ponen las pilas, están en riesgo hasta de perder su registro; solo podrían salvarlos los árbitros: el INE y el Tribunal Electoral Federal, también adversarios de la 4T, y que descaren su ya manifiesta parcialidad.