DISPARATES
Un matrimonio bizarro
Armando Hugo Ortiz Guerrero

Monterrey.- La precandidata a la gubernatura, Clara Luz Flores, presentó una plataforma de principios con diez puntos, uno de ellos menciona el “no robar, no mentir, no traicionar”, postulado fundacional de Morena.

      Este credo de Clara, más que integración a dicho partido parece un distanciamiento. Se antoja innecesaria esta postura, con un mínimo de malicia política se sabe cuál es el pacto entre ambos: casamiento con bienes conyugales separados.

    Morena emitió una invitación abierta a participar en la encuesta para elegir candidato a la gubernatura de Nuevo León. La alcaldesa con licencia se inscribió, aceptando las reglas del proceso, como se hizo en otras entidades. Ganó y punto. Hasta ahí el compromiso.

     Especular que va a plegarse a los mandatos de López Obrador al aceptar su credo es mafufada. Ni modo que en caso de triunfo se dedique a robar, mentir y traicionar.

     Por supuesto que ganar la gubernatura de Nuevo León sería para Morena una de las joyas más valiosas, pero lo más importante es alcanzar la mayoría en el Congreso de la Unión, indispensable para las reformas constitucionales de gran calado, durante la segunda parte del sexenio de López Obrador. La criba de esta selección será mucho más rigurosa, para evitar la infiltración de potenciales traidores o desertores.

     Si se puede obtener la gubernatura bien, si no, a cosechar en Nuevo León el máximo de diputaciones federales.

     Clara Luz tendrá su propio equipo de colaboradores para la campaña; tal vez pueda influir en una que otra candidatura para alcaldías o diputaciones locales, pero en lo referente a legisladores federales, nada.

     Así, la única traición que puede darse es que Clara renuncie a la candidatura, o que Morena la destituya.

     Júrelo que hay quienes maquinan esa ruptura matrimonial, antes de la elección de julio de 2021.