Monterrey.- Era una de tantas mentiras que se dicen en las campañas electorales; jamás se le lastimaría ni con el pétalo de una rosa.
El comunicado de la FGR de este martes acaba con el mito del pacto de impunidad, a cada santo le llega su fiestecita.
Emilio Lozoya acepta implícitamente que sí recibió el soborno de Odebrecht en 2012; Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray le ordenaron destinar 100 millones de pesos para la campaña presidencial de ese año; en los siguientes, 2013 y 2014, por indicación de los mismos, destinó 80 millones para sobornar a 5 legisladores, a fin de que aprobaran las reformas estructurales.
De carambola, involucra en otro enjuague a la administración de Felipe Calderón, en el sector energético. Como elementos de pruebas aporta: recibos y un video, además pide citar a cuatro testigos para que confirmen su dicho.
El comunicado de la FGR añade que valorará la información proporcionada, para determinar si es suficiente, e iniciar la carpeta judicial contra los ciudadanos señalados.
Un elemento clave será la probanza de que Peña-Videgaray, dieron las órdenes, ¿documento escrito, grabación sonora, video, o la mera palabra de uno contra el dúo?
Se sobre entiende que la FGR ya valoró el material de prueba durante el confinamiento de Lozoya en España, y se atreverá a darle para adelante, respaldando la denuncia.
Otro punto valioso: el acusador es Emilio Lozoya, un colaborador cercano de Peña-Videgaray, no la presidencia de la república. En todo caso, los desmentidos serán entre ellos. Una confrontación interesante de este trío, otrora socios.
Como inicia el corrido de Juan Ramos: Jefe de Nuevo Laredo/qué pronto se le olvidó/que andábamos de pateros/hace tiempo usted y yo/robándonos el dinero/traicionando a la Nación.
El balón quedará en la cancha del Poder Judicial.