Monterrey.- En 1939 Hollywood sorprendió a los cinéfilos con una película diferente: “Juárez”. Una cinta producida por Warner Bros. Pictures, con duración de 132 minutos, dirigida por William Dieterle con un Guion de John Huston basada en la novela de Bertita Harding. El reparto está encabezado por Paul Muni interpretando a Juárez, este actor había saltado a la fama encarnando al famoso hampón Tony Camonte en la cinta “Scarface” (Cara cortada). Bette Davis es la emperatriz Carlota y Brian Aherne interpreta a Maximiliano. Tuvo dos nominaciones al Oscar: Mejor actor secundario (Brian Aherne) y mejor fotografía (B&W).
La película es valiosa por sí misma y porque estuvo influida por una interesante coyuntura política, antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Intenta dar una imagen de México alejada de los clisés hollywoodenses proclives a mostrar al mexicano en un contexto de folclor, colorido, música de mariachi y la denostación política, social, económica y racial.
Sin embargo, la motivación de la película no fue casualidad ni simpatía por Juárez, más bien provenía del marcado odio que los polaco-canadienses hermanos Warner (de ascendencia judía) manifestaban por los alemanes y el nacismo y el apoyo manifiesto al presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosvelt, cuya campaña había dirigido uno de ellos, Jack Warner, en California en 1932.
Los hermanos Warner habían filmado también con la misma intención, las películas: “La vida de Emilio Zola” (en 1937) y “Confesiones de un espía nazi” (1939). La película “Juárez” abonaba la política del "buen vecino" propuesta por Roosevelt en 1933 en Monterrey que buscaba crear la idea de una América unida, pues la guerra que se focalizaba en Europa, amenazaba con alcanzar a los Estados Unidos, cosa que finalmente ocurrió.
La película fue una súper producción con un presupuesto de 1 750 000 dólares y la conjunción de los tres actores más cotizados en ese tiempo. Además, el lanzamiento, incluyó la compra y “enlatamiento” de las películas que hablaban del mismo tema y que habían sido filmadas en México por el cineasta Miguel Contreras Torres "Juárez y Maximiliano: la caída de un imperio" (1933); “La Paloma” (1937); “The Mad Emperess - La emperatriz loca” (1939), y “Caballería del imperio” (1942).
La película “Juárez” de 1939, fue una buena película, sirvió a los propósitos de unificar América contra los nazis; mostró un México diferente del folclor, el mariachi, los colores chillantes y la miseria económica y moral; sin exaltar a Juárez no le restó méritos aunque trata más la visión romántica de Maximiliano y Carlota; y finalmente, recaudó mucho más de lo invertido.
* Con este cartel se publicitó la película en Argentina