El apóstol Pablo y el centurión
Eligio Coronado

 Monterrey.- El apóstol Pablo realiza su cuarto viaje misionero, un viaje hacia la muerte. Él lo sabe, pero no deja de evangelizar porque ese es su destino, un destino previsto por su Dios.

     Por su parte, Iulius Gaius Cassius Longinus, el centurión que lo custodia, también efectúa su propio periplo, pero no uno geográfico, sino espiritual.

     Poco a poco, Iulius va sumergiéndose en los dominios de un territorio impensado para él: el cristianismo: “¡Oh, Jesús, apresúrate a rescatarme! —imploraba alzando sus brazos—ven pronto, no me desampares, libérame de las cadenas del mal. Redime mi alma de las garras de la carne, ¡sálvame si eres el Señor!”.

     Y fue precisamente Jesús quien sembró en él la semilla de la conversión, cuando al clavarle aquél la espada al redentor en la cruz, “una cantidad enorme de agua y sangre brotó, bañando la faz del centurión”.

     A partir de ese momento, su espíritu entró en conflicto, debatiéndose sobre cuál camino tomar.

     Pablo, por su parte, sobrelleva con humildad las penurias comunes de su encomienda: maltratos, privaciones, amenazas, naufragios y persecuciones: “para mí, seguir viviendo es Cristo, y morir una ganancia. (…) Yo estoy dispuesto, no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por causa de mi Señor Jesucristo”.

     El Doctor en Divinidad y Reverendo Federico Elizondo Barrera (Matamoros, Tamps., 1952) recrea, con notable habilidad narrativa, en «Pablo y el centurión»*, el trayecto de ambos personajes bíblicos en medio de un derrumbamiento moral y social romano sin precedentes, comandado por un emperador demente: “Nerón, crispado al no poder atajar la doctrina cristiana de Pablo, (…) no se atrasó y pronunció la sentencia de muerte, pero como Pablo era ciudadano romano, en contra de los deseos del Nerón de hacer una tea con él, se le condenó a la decapitación”.

     Mueren los hombres, pero no las creencias: “En la actualidad, en sus distintas ramas, el cristianismo es la religión con más seguidores en el mundo, con unos 2400 millones de creyentes” (https://enciclopediadehistoria.com/cristianismo/).

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*Federico Elizondo Barrera. «Pablo y el Centurión: El cuarto viaje misionero». Monterrey, N.L., Ed. de Autor, 2021. 260 pp.