GOMEZ12102020

El enigmático Bruno Traven
Ismael Vidales

Monterrey.- Existió un escritor seguido por miles de lectores; sus obras parecían escritas por un mexicano, su expertiz en temas nacionales hacía suponer que era mexicano, incluso se llegó a sospechar que era Esperanza López Mateos, hermana de Adolfo López Mateos.

Ret Marut, All Croves, Hal Crover, Croves Torvan, Traven Torsvan, y Bruno Traven fueronalgunos de los nombres utilizados por quien finalmente se supo que se llamaba Otto Feige, un montador mecánico, gerente de Sindicato, actor y novelista que escribió en alemán, inglés y español.

Siendo anarquista, publicó entre 1917 y 1919 en Múnich una revista dedicada a la difusión de su ideología titulada “El ladrillero”, pero en 1924 decidió “matar” a Murat y escribió en su Diario “El bávaro de Múnich ha muerto”.

Bruno Traven, nació en Alemania el 23 de febrero de 1882, murió en México el 26 de marzo 1969. Aquí, en nuestro país conocimos sus obras: “El tesoro de la Sierra Madre” (1927) que fue base de la película filmada en Tampico, dirigida por John Huston e interpretada por de Humphrey Bogart, “La rosa blanca”, “Canasta de cuentos mexicanos” que incluye el cuento “Macario” que fue representado en el cine por Ignacio López Tarso, entre otras, a lo largo de su existencia fascinante y enigmática.

A México llegó por Tampico y empezó a escribir sus primeras novelas. Desde aquí enviaba sus originales, que se tradujeron a 44 idiomas. Traven rechazó tanto la crítica como la luz pública, su existencia es un misterio, aunque era ampliamente conocido entre su grupo de amigos en la ciudad de México, entre los que figuraban Gabriel Figueroa, Tina Modotti, Frida Kahlo, Adolfo y Esperanza López Mateos, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, entre muchos más. Defendió a capa y espada su intimidad divulgando todo tipo de mentiras sobre su biografía y escondiéndose de la luz pública casi siempre con éxito.

En 1957 se casó en la Ciudad de México con Rosa Elena Luján, quien sería su traductora y apoderada. Traven murió en la capital el 26 de marzo de 1969. Su última voluntad fue que sus cenizas fueran esparcidas en el río Jataté, en la selva de Chiapas, un lugar muy querido por el escritor quien dejó el siguiente texto: “En cuanto sienta que se aproxima mi fin, me refugiaré como una bestia en la maleza más tupida, donde nadie pueda seguirme. Ahí esperaré la sabiduría infinita con gran devoción y reverencia y volveré, en paz y con tranquilidad, a la gran unidad de la que surgí al nacer. Daré las gracias a los dioses si tienen a bien saciar con mi cadáver el hambre de zopilotes famélicos y perros abandonados, para que no quede ni un huesito blanco.”

Después de muerto, la editorial Tusquets publicó una de sus obras que había dejado inédita y que puede adquirir sin mayor dificultad en las librerías de la localidad, se trata de “La creación del sol y de la luna” en la que reúne narraciones, estampas, crónicas y cuentos de nuestro país.