GOMEZ12102020

EL MUNDO SEGÚN FACEBOOK
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Aureo Salas

Monterrey.- ―No es que me importen los likes ―le decía a un amigo―, o que nadie me pele en el Feisbuk, pero la gente se limita a una imagen básica y se olvida de comunicarse… Uno escribe cosas, pensamientos, comparte videos interesantes, ¿y qué te ponen? ¡Un corazón! ¡Un like! ¡Una carita sonriendo!

     ―¿A poco quieres que la gente escriba? ―me dijo mi amigo― ¡Estás loco! Lo de hoy son los emoyis, las reacciones ¡Nadie escribe en Feisbuk! ¿Te imaginas cuánto te tardarías si te pones a decirle algo a cada uno?

     ―Pero es simple comunicación ―le dije a mi amigo―, conocer y saber lo que piensa cada quien acerca del tema, aunque como excusa de que se te cansan los dedos escribiendo, pues está bien… Y es que, además de que el Feisbuk es la plataforma de las buenas costumbres y nadie es malo, te quita el poder de una opinión personal con esos… emoyis. Por ejemplo, ¿de qué me sirve un like cuando hablo de política si ni siquiera sé si se entendió lo que escribí?

     ―Si te pasas de lanza te expones a que te reporten ―murmuró mi amigo―. Que feo que te saquen de las redes por escribir cosas prohibidas… ¡A ver! ¿Qué fue lo que subiste?

     Le enseño una publicación que hable acerca de las técnicas de convencimiento de los medios de comunicación. Mi amigo hace una mueca.

     ―Eso no es para uno ―me dijo―, además, como que le pegas al presumido queriendo hacerte el inteligente ¡Las redes son otro pedo! Se me hace que no las entiendes y ya vas para atrás… ¡Se ve que esto de la tecnología no es lo tuyo! O sea, sé que le mueves al fotochop, pero yo con una aplicación hago el jale… Soy más cuerda, ¿o no? Mira, bájate una foto de un gato llorando y le pones: “Ya mañana es lunes” ¡Y verás cómo te va!

     En la noche y, por mera curiosidad, hice esa imagen del gato. La subí a mi Feisbuk un poco herido en el orgullo y para ver qué pasaba. Al cabo de media hora ya tenía más de una docena de caritas sonriendo, diez likes y un comentario de mi amigo, el cual me abrumó por la obviedad de la barrera ilusoria que generaba la red social, una poderosa herramienta que algunos veían, pero que la mayoría se negaba a entenderla para evitar la fatiga.

     “Vez lo qe te dijo”, escribió mi amigo. “Eze meme si qe pego lla luejo me agradeses para qe veaz qe no todos somos tontos jajajaj vienvenido a la tecnolojia juntate mas conmijo apara qe aprendas jajajaja”.