Monterrey.- Para saber su real y profundo significado, primero desglosamos la palabra Erotomanía en sílabas:
E-RO-TO-MA-NÍ-A.
La “E” es una interjección unisílaba para advertir o señalar algo próximo a un interlocutor que debe ser advertido de alguna acción o algún problema inmediato: “Eh, ¡cuidado! Eh, tú, ven para acá”, etc.
Luego hay una enarbolación de las sílabas RO, TO y MÁ. Comencemos con “Roto”, que es lo que decimos cuando algo que está unido, deja de estarlo: “Se me ha roto el pantalón”. A continuación, tenemos TO y MA, “Toma”, que significa dos cosas, la primera es cuando ofrecemos algo que está a nuestro alcance: Toma tu ropa, toma tus lentes… y segundo, su significado como verbo: Toma tu refresco…
Luego está una yuxtaposición de géneros en una misma sílaba, MA, el diminutivo de mamá o mamita, y MAN, que significa hombre en inglés.
En seguida y contrapuesta con la palabra anterior, tenemos MANÍA, que según el diccionario es una condición obsesiva en alguna idea fija, una euforia exagerada y un trastorno anormal de agitación y delirio.
Y por último tenemos ÍA, que no es otra cosa más que la palabra “Ya”, interpolando la consonante por la vocal para un mejor efecto gramatical.
Por lo tanto, tenemos que “Erotomanía” es: Cuando un Hombre o una Mujer le dice a la persona del género de su agrado: “Eh, te la voy a romper” ¡Y Toma! Se dan cada quien lo suyo como trastornados, o sea, como “Maniacos”, hasta que uno de los dos al final dice: “¡Ya!”.
La Lujuria sería la más débil de los pecados, no porque destruya como la Envidia, o te haga morir del corazón como la Gula, o porque detenga el mundo como la Pereza, se vuelve hacía si mismo sin importar lo demás como la Vanidad, te haga aplastar a tus semejantes como la Avaricia o te destruya a ti mismo como la Ira. Si… la Lujuria no tendría tanto poder, si no fuera la causante directa de los demás pecados, sin la lujuria no habría humanidad y nadie sería nada.