El retorcido encanto de los medios
Gerson Gómez

Monterrey.- La televisión impuso modas. Generó contenido importante. Personajes de barrio sumaron la creatividad. Aumentaron la audiencia. El respeto de la inteligencia.

     Los conductores de época crecieron como empíricos. A la par del blanco y negro al color. Adelantado al sonido estéreo y ahora la alta definición y en tercera dimensión.

     Locutores de época de la radio comprobaron el examen de estar a cuadro. Algunos incómodos, al no poder esconder el sobrepeso. La poca fortuna del encanto de un rostro sin ángel.

     Cumplieron cabales con la encomienda. Sentar el cimiento base de los medios de comunicación. De informar y de compartir la cultura de la estación.

     Nuestros pobres medios de comunicación no venden lo de los patrocinadores. Ofrecen prostitutas y padrotes de muy baja conciencia cívica y moral.

     Privilegian el imperio del absurdo. El encanto de la carne al mejor postor. Los cada vez menos espectadores nos hemos acostumbrados a la escaleta de la vergüenza.

     Las mujeres de oficio dudoso en su tiempo fuera de cámara. Los escándalos de sus videos pornográficos o el uso de substancias nocivas. Incluso el lenguaje devaluado de la sinceridad.

     A esos personajes de cabeza hueca, son a quienes antes el Partido del Trabajo usaba para ganar votos.

     La misma fórmula para el año 2021, la del Partido Revolucionario Institucional. La legitimidad de ideales y de conductas se hunde en las coladeras.