PEREZ17102022

El Tren Maya sí tiene defensa
Saúl Escobedo

Ventura, California.- Construir un tren no es lo mismo que construir una carretera. El impacto ambiental de la presencia de vías ferroviarias donde transitan carros programados y controlados es muchísimo menor que el de una carretera por donde pasan carros particulares, transporte pesado, tráileres de una o dos cajas, y un flujo continuo de vehículos sin restricción alguna.

Las figuras públicas que gritan “sálvame del tren” y que protestan en medios de comunicación (que les hacen el juego a estos nuevos ecologistas, que por esta ocasión coinciden con sus intereses), adoran viajar a Europa, donde todo el territorio está trazado con rutas de trenes que llevan y traen recursos y prosperidad a ciudades, pueblos y comunidades. Allá ellos se dan gusto; en México acusan que el Tren Maya es una catástrofe ambiental y hasta hay un “tribunal”*, compuesto por esas mismas figuras, que “sentenció” al gobierno mexicano, no solo a que dé marcha atrás en el proyecto del Tren Maya, sino que destruya todo lo avanzado y que deje todo como estaba. Esta sentencia ridícula, de un tribunal que actuó sin defensa por parte del acusado, tiene el respaldo de personalidades (hasta ahora queridas y respetadas), haciéndole el juego a los intereses transnacionales. Figuras que jamás irían a Europa a decirle a los franceses o noruegos que destruyan sus rutas de trenes y dejen los bosques tal y como estaban antes su construcción.

Nunca escuché de una protesta, causa judicial, queja, amparo o “sentencia” de corte medio ambiental que ocupara tanto espacio en los medios de comunicación tradicionales en México, como este ataque al Tren Maya. Ni que partidos políticos los hicieran su causa y bandera. Nunca cuando se hicieron megaproyectos carreteros que devastaron franjas colosales de vegetación, ríos, manglares, tierras comunales, ejidos y vida silvestre durante su construcción y ahora mismo, años después de construidas, añadiendo día con día calles, caminos y veredas necesarias para alimentarlas, sumando a la depredación de la tierra.

Tenía que ser un tren el objeto de la ira de estos hipócritas, porque no había más. Porque lo del ataque al aeropuerto ya estaba corriendo en paralelo. Porque no es tan lucidor ir en contra del programa de construcción de decenas de caminos comunales, porque son construidos por los mismos pobladores. Porque lo que importa es golpear al actual gobierno legítimo de México y es más fácil engañar a la gente con el proyecto del tren Maya, acusando sobre hechos que ocurren en zonas donde no hay acceso, zonas hasta ahora reservadas para el beneficio único de empresas extractivistas, talamontes, complejos agroindustriales hipercontaminantes (como los campos de siembra de OGM con agrotóxicos, las granjas porcícolas) y narcotraficantes. Estos últimos sí que van a acabar con la selva entera si los dejamos.

Atacan al tren porque la presencia del tren acarrea demasiados beneficios a las poblaciones y ellos no pueden permitir eso.

La selva no va a dejar de proveer los servicios ambientales que ahora ofrece porque hay un ferrocarril. Los “polos de desarrollo” que se crearán no crearán focos rojos de crecimiento descontrolado, porque, nuevamente, se trata de un tren, no de una carretera. Por otro lado, la vigilancia por parte de las autoridades en esas zonas será más eficiente, y más aún cuando las Fuerzas Armadas controlarán tramos completos de la ruta. La defensa de la selva no puede consistir en sólo dejar que las cosas sigan como están.

La destrucción de la infraestructura ferroviaria de México en décadas pasadas por parte de los gobiernos tecnócratas era para favorecer intereses particulares. Negocios de amigos. El tren favorece a la colectividad, a la gente. Las carreteras y el transporte privado benefician a los amigos, socios y patrocinadores de los gobernantes corruptos. El transporte público es mal negocio para todos ellos.

Defendamos la selva de a deveras.

El tren no es una carretera.

Más trenes y menos coches y camiones particulares.

Más transporte público y menos transporte privado.

El Tren Maya sí tiene defensa.

Lo vamos a defender los mexicanos.



* International Rights of Nature Tribunal. Integrado entre otros por Fray Raúl Vera. Si visitan su cuenta de Twitter (@rontribunal), parecerá que visitan la cuenta del PAN.