51184413_2304275489603006_8304287015906574336_ohttps://www.facebook.com/enclavefestival/

Enclave
Los anómalos

Guillermo Jaramillo

“Las traducciones son energía electroquímica. Así es todo. Nos traducimos y para ello necesitamos un cuerpo”, señala Rocío Cerón, la mujer con quien todo mundo se dirige en La Cuarta de Motolinía, un bar ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

     La noche deja un sudor en el cuerpo. Hace calor en la Gran Tenochtitlan reconquistada, similar al Monterrey de las traiciones.

     Poco a poco se suman más cuerpos a la pista. Es la fiesta que inaugura el Festival Enclave 2019, y los DJs lo saben: Costera Vieja presenta Ficheras Take Over The Machines + Casexxx (Acapulco), Aniselektor (Pachuca) y PseudoSonidero (Pachuca) han sido invitados.

     En la barra una chica grandota atiende amablemente la cerveza de cortesía. Me ruborizo al recordar a Rocío, un año o dos atrás, sentada en el patio del San Judas, un bar ubicado frente a la U-ERRE. Aquella noche Arcadio Leos nos presentó en Casa del Libro de la Uni, y la invitamos a nuestra sana noche de Carta Blanca y tonayán, sólo que en el San Judas no había cerveza de cortesía.

     Fue y es la literatura el mecanismo que hoy nos une. A mí me interesa mucho escuchar el quehacer de Enclave de la viva voz de la poeta Cerón. Ante nada, pregunto el por qué de la fiesta, un guiño a dar rienda a la entrevista. El goce, simplemente el goce y sacar a los poetas, esos entes a veces aletargados, a agitar los cuerpos en la pista, me revela Cerón. Bien merecido para esta horda de anómalos, de individuos a veces inclasificables en los parámetros de la hoy literatura contemporánea. Habían tenido días de intensa actividad, llamémosla académica; presentado su trabajo ante públicos como el asistente a la 40 FIL del Palacio de Minería (su principal patrocinador), en el Centro Cultural de España en México o la Universidad del Claustro de Sor Juana. Era la noche de la fiesta, y medio mundo literario de CDMX lo sabía. Unos saludaban de lejos, otros se acercaban y bailaban, palmeaban, entraban en esto que Cerón había llamado al principio la traducción texto psico sensual.

Nueve años de búsqueda
Enclave llega a su novena edición, y cada uno de éstas ha sido la exploración. La edición 2019 tuvo como interés los límites entre la poesía y otros lenguajes artísticos.

     “Nueve años explorando distintas temáticas: poéticas performáticas, poéticas sonoras, las poéticas que tienen que ver con la migración de las fronteras.

     La traducción, la transcreación, cómo tomas un poema y no lo traduces, lo transcreas, es un enchulamiento del poema, intervención.

     Cada edición requiere una reflexión interna. Para el 2019, la cuestión era qué pasaba por esas zonas, esos territorios donde la poesía se estaba como trasfugando o permeando con muchas otras disciplinas artísticas”, comenta Rocío.

     Enclave 2019 presentó proyectos que parten del lenguaje de lo que se graba en la calle, como el de Luz María Sánchez.

     “Son básicamente las grabaciones de la gente con sus celulares de las balaceras. Esos audios fueron bajados e hizo una especie de dispositivos sónicos, unas pistolas a través de las cuales puedes escuchar un suceso específico de demolición social, que bien puede ser una exploración casi sociológica, económica de lo que pasa en el país”, comenta Cerón.

     Mientras entrevisto, a mi lado se encuentra Arcadio Leo. Ha viajado desde Monterrey como invitado a estas mesas de reflexión, diálogo y ejercicio poético. Arcadio es un tipo que pocas veces hace aspavientos o alza la voz. Bebe agua mineral preparada: sal y limón. Desde hace algunos años le dijo No al alcohol, según un haikú suyo, ese alcohol que lo fue destruyendo. También hace algunos años que ha mantenido el paso firme en la literatura del norte; obtuvo en 2013 el Premio Nacional de Poesía Carmen Alardín, y en 2018 el PECDA para Creadores con Trayectoria. Llegó a CDMX para presentar un ejercicio banshi, en donde toma el pietaje de películas y lo restructura, resignifica a través de sus poemas. Leos, un egresado de publicidad en la UANL, puso la cinta “Cuatro estaciones. Primavera. Verano. Otoño. Invierno”, del coreano Kim Ki-Duk, y digamos, las subtituló a su modo, en vivo. Un éxito, el público se acercaba a cuestionar. El festival seguía sus patrones: comunicación.

     De pronto llega el chileno Gregorio Fonté, quien hace una especie de poesía ritualista, electrónica y saluda a Rocío.

     “¿Dónde metes eso? Banshi, Poesía electrónica…Esas zonas anómalas, esas zonas subversivas. La poesía en estos momentos es subversiva. En este mundo todos quieren ser inmediatos, instantáneos, exitosos, quieren 500 mil likes.

     La poesía no está ahí. La poesía necesita de otro tiempo, de otra especificidad, de otros elementos que no están ahí. Un gran poema no necesariamente tiene 5 mil likes, y un poema de mierda sí puede tener 5 mil likes”, me explica la entrevistada

     Cinco mil likes y ser redituable. Vaya vida la del poema moderno. Y ante este mundo vertiginoso ¿qué dice la poesía o los poetas?

     “Estamos leyendo cosas, la norma ha dicho que la falta de complejidad, o que de pronto las cosas que suceden sean como muy interesantes porque la tecnología las ha hecho interesantes igual que las redes y la intervisibilización que dan las redes, y no necesariamente son tan interesantes.

     Hay gente que está trabajando procesos que tiene que ver con esto, con la fricción y permeabilidad de disciplinas y campos de saberes que no pasan por el like. No pasan necesariamente por las redes, por los 3 mil followers”, y entonces comienzo a entender con qué se come Enclave, con qué se marida: con la expectación. No puede entenderse de otra forma que vivirlo, atestiguarlo, y la Feria de Minería es el aquí y ahora.

     “La anomalía, de pronto se convierte en algo que para nosotros era lo normal. Esta cosa de la ralentización, de tener que escuchar, de leer algo, poner atención, ser un escucha crítico, de contar con un espacio crítico. Ahora todo es demasiado combustible, una combustión instantánea de los elementos de información”, detalla Cerón en cuanto al título del festival: Enclave. Poéticas anómalas.

     Hablamos de la gente que sólo escribe poemas para postearlos mediante la lógica de que la contabilización de los likes refleja el éxito o no del poema. Para Cerón Eso es un error.

     “Hay que ver otras márgenes, otras acentralidades y entender que los proyectos más potentes están pasando en muchos territorios”.

Yo quiero decirte que te quiero
Decirte que te amo con todo el corazón

Si atendemos los programas de literatura a nivel bachillerato, vamos a encontrar que los profesores siguen enseñando poesía a través de aquel Nocturno a Rosario, de Manuel Acuña, cuyas rimas han quedado hoy en día fuera de contexto ¿dónde queda la Tradición?

     Es entonces que la gente se encuentra con este tipo de expresiones, con estas posibilidades. Alguien que no es un lector de poesía, pero es amante de la música. Un no lector de literatura que gusta del performance.

     “Son las escrituras expandidas. Es un poco como pensar que la poesía o el acto poético no necesariamente sólo es textual. Puede ser textual, visual, sonora, performático, incluso puede ser objetual.

     Cuando partes de eso, la idea de pensar que el poema es solamente el poema de amor de Benedetti o los Amorosos de Jaime Sabines, es un error.

     El ejercicio de lo poético tiene que ver con la imaginación poética, la capacidad de leer el mundo, la capacidad de entender las cosas cómo pasan.

     Eso tiene que ver con las capas de información que puedes leer. Más o menos Wiggestian decía, el territorio de tu capacidad de la lengua, lo que puedes decir en el lenguaje, es tu capacidad de nombrar y de vincularte con el mundo”, aclara Cerón.

     Enclave sucede sólo dentro del margen de la Feria Internacional del Palacio de Minería, Estas mesas de formación, de discusión y lectura suceden ahí a través de otros cómplices como el Centro Cultural de España, la Universidad del Claustro de Sor Juana.

     Enclave ha estado en Puebla, Colima, Querétaro.

     Cada vez se suma más público. Qué decir de las Clínicas de Imaginación Poética, demandadas año con año por el público. El festival se fortalece, y lo más curioso, sin libros presentes.

     “Este año tuvimos 65 interesados, de los cuales se hizo la selección de 50 personas.

     En los eventos mayores tenemos entre 100 y 300 personas. Todo documentado en el Facebook live.

     Esto sucede una vez al año. Durante el año vamos subiendo mucha información que tiene que ver con las escrituras expandidas, la literatura transversal. La gente ya está esperando que a finales de la Feria del Libro de Minería va a pasar Enclave. Se acerca gente que tiene que ver con artes visuales, teatro, performance, no sólo escritores. Lo maravilloso es que es un espacio para la exploración del lenguaje donde a veces no hay libros, aunque estamos en la feria del libro. Porque si no hay una exploración del lenguaje, un ejercicio poético, no hay libros”.

     Al parecer lo anterior ha sido entendido muy bien por la gente que dirige la feria o los recintos culturales, pues se han dado cuenta de que sin exploración poética del lenguaje no hay literatura, y eso lo tiene sobre todas las cosas, la poesía.

     Cuando se apagan las luces en la clausura, ese 2 de marzo en el Centro Cultural de España, es cosa seria. Cuando vez a todos juntos, el line up, es una cosa única, no va a pasar más. Todos, yo contaría cerca de 100 personas, vemos en las mejores condiciones visuales, acústicas, sonoras, a los mejores artistas que vienen de Chile, Argentina, de Perú, Monterrey, Hidalgo, Guadalajara, artistas sonoros, performáticos, poetas; la materia del lenguaje es la materia prima. El verbo tiene que ver con el proceso de traducción electroquímico, esa onda longitudinal apenas perceptible. Esto ha sido Enclave 2019, que se encamina hacia su décima edición, la Final, ha develado Rocío Cerón. Luces, play, Costera Vieja presenta…

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