GOMEZ12102020

ENTRE LIBROS
El arte poética de Viviana Castillo
Eligio Coronado

Monterrey.- La poética de un autor es la revelación de cómo escribe su propia poesía. Esto no siempre es fácil, sobre todo para los poetas inspirados, que son estimulados por elementos externos cuyo impacto en sus espíritus no se puede explicar.

Ya Platón nos decía (En «Ion o de la poesía», 401 a.C.): “Hasta el momento de la inspiración, todo hombre es impotente para hacer versos y pronunciar oráculos. Como los poetas no componen merced al arte, sino por una inspiración divina, y dicen sobre diversos objetos muchas cosas y muy bellas (…), cada uno de ellos sólo puede sobresalir en la clase de composición a que le arrastra la musa”. 

Pero los poetas que dominan este arte, sí pueden explicar su obra, algunos por gusto y otros como declaración de principios de un movimiento literario, como hizo Vicente Huidobro en su “Arte Poética” (1916), para lanzar el Creacionismo, donde incluye algunos versos ya icónicos: “Por qué cantáis la rosa, ¡oh, Poetas / Hacedla florecer en el poema” y “El Poeta es un pequeño Dios”.

Ahora, Viviana Castillo nos sorprende con su propia arte poética, titulada: “Pequeña sentencia sobre el oficio de escribir”*. Y empieza en forma rigorista: “Para bordar un verso en el telar del mundo / se necesitan agallas”. Y tiene razón, porque ejercer la libertad de expresión conlleva una responsabilidad ante los demás y sus posibles consecuencias.

El siguiente enunciado de Viviana es filosófico: “Todo escrito es un conjuro / un recuerdo traído desde la caverna / que se transforma en destino”. La caverna representa los orígenes de la humanidad y el escrito es el hecho cultural que nos confiere un destino.

Y lo reitera de la siguiente forma: “Es asunto místico / anuncio de aullido oculto / que exige ser expuesto a lo salvaje / remueve la más profunda indiferencia / sana el dolor, apacigua el demonio”.

Y concluye aconsejando o exigiendo: “Cavila desde el sentimiento / para no caer en la insolencia de la letra vacía / en el mal augurio de abaratar un poema / en la voz sin eco / Recapacita si tus letras / están a la altura de la magia / Y si es que tienes el arrojo / de invocar a la poesía / mantente férreo ante su implacable intención / de decir / con verdad / la simpleza del ser”.

Aquí nos impele a meditar sobre algunos vicios que cometemos por nuestra incapacidad de entender la dimensión histórica del oficio: “la letra vacía”, “abaratar un poema”, “voz sin eco” y sobre todo: “Recapacita si tus letras / están a la altura de la magia”. Enérgica demanda para quienes aspiramos a referir “la simpleza de (nuestro propio) ser”.


*Viviana Castillo. “Pequeña sentencia sobre el oficio de escribir” en «X». Ciudad de México, Taller de Creación Literaria En el Borde, 2022. 310 pp. (p. 91).