ENTRE LIBROS
Eligio Coronado
Con un lenguaje plagado de imágenes luminosas y en un tono contagiosamente entusiasta, nuestro autor va tejiendo su canto de amor a la naturaleza en un viaje compartido con una persona muy cercana a su corazón.
Pero los verdaderos protagonistas de esta cruzada son los elementos que desfilan en toda su intensidad y magnitud, atrapados en la deslumbrante espesura de estos bellos textos: “el viento nos envuelve y nos eleva, la brisa llama, la música del bosque alegra los sentidos y cuando cae la lluvia nos hace sentir ilusionados, todos los elementos nos invitan al unísono a hacer algo divertido”.
Luz, lluvia, luna, vegetación, montañas, clima, sol, viento, música, cielo, colores, sabores, olores, aves y árboles armonizan y construyen su propio paraíso en la tierra, según la estimación estética del maestro Tavitas.
Y de pronto surge, ineludible, impostergable, urgente, el deseo de unificar a todos los pueblos de la tierra en una misma corriente fraterna para derribar todas las diferencias culturales e ideológicas que nos separan: “Vale la pena unificar al mundo en una canción: El llamado del corazón inicia, las palabras del alma se escuchan, entona el viento nocturnal con la mágica luna de otoño en contralto, tu interpretación es excelsa, la composición que desea llegar a todo el mundo se transmite en la frecuencia del amor; es hora de convertir en notas las emociones de la vida, los tonos de la felicidad, las frases de unidad para que vuele el espíritu de la paz en las alas de la libertad...”.
Todo se conjuga para establecer una atmósfera de paz, amor y solidaridad en el que “todo se vuelve maravilloso, para vivir y disfrutar de la libertad sólo hay que detenerse a mirar”.
Se trata de un cuadro idílico en el que el autor prioriza la descripción para obtener el mejor resultado de su inspección visual de este paseo, paseo que él celebra jubilosamente desde la inalienable perspectiva de su espíritu.
Siempre didáctico, el maestro Tavitas nos guía con atingencia para que, al igual que él, disfrutemos de esta travesía de los sentidos: “La luz del día nos sorprende y en tus ojos veo el amanecer, una sonrisa se dibuja y el oído se afina, la melodía inicia, en la misma sintonía la fragancia del bosque se asoma por la ventana y aromatiza la mañana. Desde la cabaña se escuchan las aguas del río, el trino de las aves, los rumores del viento. Con una flor en sus manos, la primavera te saluda y en las hojas de los árboles ofrece escarchas doradas con la frescura de la alborada (…). Escúchala cantar, asimila la perpetua savia musical, tienes en el alma la sensibilidad para encontrar en la naturaleza la perfecta sinfonía de la vida”.
Interesados en la obra del maestro Tavitas, pueden consultarla en esta liga de Amazon: https://www.amazon.com.mx/Manuel-Tavitas-Rodr%25C3%25ADguez/e/B09M7XPQR1%3Fref=dbs_a_mng_rwt_scns_share
* Manuel Tavitas Rodríguez: «En sintonía con las cuatro estaciones del amor. Voz en libertad». https://www.amazon.com.mx/s?k=EN+SINTON%C3%8DA+CON+LAS+CUATRO+ESTACIONES+DEL+AMOR%3A+VOZ+EN+LIBERTAD&i=digital-text&__mk_es_MX=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&crid=3KIHLR4OOS8ZG&sprefix=en+sinton%C3%ADa+con+las+cuatro+estaciones+del+amor+voz+en+libertad%2Cdigital-text%2C190&ref=nb_sb_noss, 2022. 56 pp., Ilus.