Esta técnica consiste en trascribir todas las ideas, pensamientos y sensaciones que experimenta un autor al momento de crear, en el orden que van surgiendo, generalmente sin relación lógica o temporal, y a veces sin puntuación. Su objetivo es rescatar todo el contenido intelectual generado en un período cuya duración decide el escritor.
En «Aquí anochece»*, poemario de Lucía Yépez (México, D.F., 1941), encontramos aplicado ampliamente este procedimiento. La propuesta de Lucía es clara: agrupar en poemas todo el material producido (versos, metáforas, sensaciones, ingeniosidades, invenciones y demás hallazgos de su pluma).
El resultado son poemas atractivos por su brillantez: “Desnuda de mí misma / no quiero que me descubran brotando de tus ojos / ciudad de trece puertas / donde zozobran siglos de castidad hereje / por tu culpa / por tu grandísima culpa / todos mis caminos equivocan su noche / y no tengo alas / tengo miedo” (TRASSSOLEDAD, p. 9).
Es evidente que en este fragmento hay una historia que trasciende el texto y es el de una mujer solitaria que espera algún tipo de compañía, la cual al final no llega: “y una vez más para sentirme cobarde / con cristiana devoción / me acaricio / y a carcajadas / penetro / yo misma / mi / soledad” (p. 10).
Al erotismo característico de Lucía (“y en los bordes del río / entre los ánades / dormiré desnuda”, p. 5) y su propensión al mar (“un verde mar crece dentro de ti lleno de abismos”, p. 8), hay que agregar la sorpresiva irrupción de múltiples agudezas: “yo vengo de morirme / no de haber nacido” (p. 15), “silba un viejo inventando arrecifes” (p. 10), “si yo gritara / alguien dentro de ti me escucharía?” (p. 17, s/n), “arrancada de cuajo / la tarde se deshila / amargamente / azul” (p. 6), “suben llamas por la telaraña redonda y verde de tus pupilas” (p. 3), “en este atardecer donde veinte siglos de historia el viento vuelca” (p. 12), “y detrás de la ventana / me aguardan las salpicaduras de tu existencia” (p. 6), agudezas que confirman que el flujo o corriente de conciencia se aplica también, luminosamente, a la poesía.
*Lucía Yépez. «Aquí anochece». Monterrey, N.L., Onomatopeya Producchons, 2021. 16 pp., ilus. (Serie: “Yo Sería Farolero”. Libro de bolsillo: 10.5 x 7 cms. Impresión horizontal.)