Y es que sin el amor estamos incompletos. El amor viene a restablecer el orden de las cosas, comenzando por nuestra fe en la humanidad.
Pero hallar el amor no es fácil, es más bien una odisea interminable y no siempre fructífera.
Luna, nuestra protagonista, lo sabe y lo sufre. En su larga travesía, ella cosechará algunas decepciones y, como todos, pensará en renunciar a su búsqueda, pero no lo hará porque como ella dice: “Creo que absolutamente cualquier persona desea vivir una gran historia de amor, en la que seamos admirados y admiremos a quien tenemos al lado nuestro, que nos sintamos únicos para hacer que la entrega valga la pena. Mis sueños de romanticismo los encontraba en los libros que leía, en la poesía que disfrutaba, en mi imaginación; me complacía tener unas flores en una mano y en la otra unos versos” (p. 73).
Y precisamente, en su periplo sentimental (y siempre con la luna por cómplice, consejera y compañera), nuestra protagonista Luna hallará tres “puertos” románticos “en que desembarcar”, pero sólo en uno se quedará a residir permanentemente, hasta que una sorprendente vuelta de tuerca vendrá a redimensionar todo lo ocurrido.
Lulú Specia siempre ha sido “muy emotiva, llena de inspiración, escribir es algo que le sale desde adentro, vive enamorada de cada día, y cada día se inspira, desde al abrir los ojos cada mañana, hasta el anochecer, agradeciendo a Dios las bendiciones recibidas.
“Al escribir siente una enorme libertad y desahogo en cada letra, en cada palabra. Al plasmar las emociones más increíbles y sin que nadie le señale límites, se impone un gran reto: cumplir un sueño, compartir una historia que atrape, que logre un cambio en el andar de una persona, que la motive a correr para seguir persiguiendo sueños” (entrevista personal).
Y con «Sutil caricia del alma» ha conseguido atraparnos y motivarnos con su oleada de romanticismo. Concluyo con estas entusiastas palabras de Lulú al inicio de su novela: “¡Qué deslumbrante puede ser el reencuentro de dos almas que se nutren de sueños e ilusiones, y que además han quedado cautivadas con tan sólo una mirada que ha pintado de colores su existir! Que han dado rienda suelta a los recuerdos y a sus emociones. Y en esos recuerdos iniciaron una historia que desborda un sentimiento. (…) Resulta seductor y fascinante que, en una dulce confabulación, la grandeza de esas almas queda unida hasta la infinitud. Sin perder de vista el más grande deseo de mantener viva la ilusión de una nueva caricia” (p. 11-12).
*Lourdes Specia. «Sutil caricia del alma… la luna guarda secretos». Santiago, N.L., Edit. Los Ojos de Eva, 2023. 233pp.