A sus escasos once años, los valores morales rigen su vida y lo guían por las difíciles condiciones de su entorno.
El maestro Manuel Tavitas Rodríguez ha creado un personaje atípico por la edad y por el medio en que se desenvuelve, totalmente alejado del común denominador, que debe adaptarse de inmediato a las circunstancias que le rodean si quiere sobrevivir.
Más que la picardía, la malicia o la fuerza, Ángel ejerce la bondad, la honestidad y el servir a los demás para hacer la diferencia en sus vidas, pues nunca faltan los envidiosos, los egoístas y los revoltosos que buscan obtener provecho personal.
Y aunque la violencia lo alcanza finalmente, Ángel logra salir indemne, porque su fortaleza espiritual es superior: “Pronto el escenario del enfrentamiento se extendió hasta la avenida. Ángel no lo podía creer. La batalla campal parecía una sucursal de la pelea callejera, o más bien un establo de boxeo donde a diestra y siniestra se daban con todo en combate general” (p. 39).
Después de ese episodio, Ángel retorna a su vida cotidiana, con la plena seguridad de que: “a tan corta edad, él tenía muy claro que había venido a este mundo a ayudar a la humanidad. Siempre activo, corriendo, jugando, leyendo, estudiando, participando con entusiasmo en las actividades escolares, enfrentando responsabilidades, organizando su tiempo para estar al pendiente de las necesidades de la familia, siendo servicial, interesándose en la vida de los demás, en sus problemas y en la solución” (p. 40).
En este nuevo libro, «Ángel de barrio», el maestro Tavitas Rodríguez (Saltillo, Coah., 1961) continúa con su labor de plantear situaciones de contenido familiar y orden didáctico en lenguaje coloquial, como una forma de aportación a la sociedad contemporánea, indicando con ello que su ministerio docente (al cual sirvió durante 32 años y 7 meses) no ha concluido, y que ahora su aula virtual es la literatura.
Desde este singular escenario, seguirá manteniendo lazos con sus viejos alumnos (y los hijos de éstos) y con los que se vayan integrando a su cátedra, apoyado brillantemente por el ilustrador Óscar Leonardo Tavitas López.
«Ángel de barrio», finalmente, es un personaje de pueblo que viene a demostrar que la superación personal está al alcance de nuestra voluntad: “Ángel de barrio, caminando va por la vida sin prisa, su libertad es importante, su inteligencia y su disciplina: dos elementos valiosos para lograr sus metas” (p. 3).
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*Manuel Tavitas Rodríguez. «Ángel de barrio. Mirada que toca el alma». https://www.amazon.com.mx/gp/product/B0BGYXV1D2/ref=dbs_a_def_rwt_bibl_vppi_i1?asin=B0BGYXV1D2&revisionId=167c5bbb&format=1&depth=1, 2022. 41 pp. Ilus.