Austin.- Eventos de espionaje son antiguos, aparecen en la biblia; Moisés envió espías a la tierra de Canaán y Josué los envió a Jericó. Aparecen en las insignes obras hindúes, Mahabharata y Ramayana, cuando el rey envió un espía para enterarse de todo.
José Fouché sublimó el espionaje contra amigos y enemigos, mostró cómo se podía combinar conocimiento y poder, y a partir de conocer los secretos de ¡todos!, logró destruir a Napoleón.
El espionaje no es cosa nueva ni desconocida, es un componente de la política y también de las relaciones sociales; hay gente que quiere/desea enterarse de la vida de los demás. En Panamá, a los chismosos les dicen Vida Ajena, tal vez porque requieren llenar su vida con la de los otros. Algunos usan ese conocimiento para realizar pequeñas o grandes venganzas y abunda porque hay mucha gente que a falta de hablar de ideas, prefiere hablar de personas.
De alguna manera el espionaje tiene que ver con el chisme, aunque a este último se refieren despreciativamente como de lavadero, ese espacio donde mujeres trabajan y socializan intercambiando información sobre otros; también se conoce como de bebedero porque es el espacio donde coincide la gente en las oficinas para chismear. Yo creo que estudié Ciencia Política porque me llama la atención el chisme sobre los políticos y estudié el chiste político porque lanza luz sobre el tema.
El manejo del chisme y de lo espiado genera agravios personales, causa molestia, roces sociales y hasta conflictos políticos.
El impacto social del chisme es limitado, mientras que el espionaje industrial, económico y político es relevante en lo social y político.
El Estado justifica el espionaje porque sostiene que requiere conocer las fuentes de riesgo para el sistema o para el gobierno, ya sea que venga de factores externos o internos.
Aquí se presenta un primer problema. Un ciudadano que se organiza para actuar contra un gobierno o sistema que considera inadecuado, es considerado como enemigo, se le espía y se le persigue, al ser espiado se violenta su libertad de organización y acción y el Estado se lanza contra él para prevenir que actúe. Ese espionaje es una violación de la libertad y el derecho.
Un segundo problema consiste en que el gobierno suplantó al todo social y espía a la sociedad bajo la premisa de que las acciones en contra del gobierno lo son en contra de todos, lo que se traduce en impunidad y promoción del Derecho de Estado, o sea el uso de las leyes para abusar.
Se supone que en política internacional se espía en contra de los enemigos, para conocer sus condiciones, sus planes, sus fortalezas y vulnerabilidades y poder tomar decisiones. El espía israelí Eli Cohen logró penetrar la información Siria en las alturas del Golán, facilitando el triunfo israelí en la guerra de los 6 días.
Pero en el reciente escándalo de apertura de información sobre el espionaje de Estados Unidos, resulta que ese país espía a todos, lo hace contra aliados y enemigos traicionando lealtades. Al descubrirse esos actos se expone la deslealtad, agresividad y falta de respeto contra amigos y el grado del espionaje contra los enemigos. El espionaje revela cálculos geopolíticos y relaciones entre terceras partes y muestra arreglos y desarreglos que varios países y Estados Unidos pretendían silenciar por así convenir a sus intereses.
En defensa del secreto y las maniobras políticas, legales e ilegales, Estados Unidos ataca con toda la fuerza del Estado a los que se atreven a descubrir y abrir esa información: tratan de encarcelar de por vida a Asange, tienen en la cárcel a Manning, Snowden logró escapar y está por verse que tan duro castigarán a Teixeira. Pero no solo los gringos. Los rusos encarcelaron a un periodista estadounidense acusado de espionaje, China tiene encarcelados a tres estadounidenses acusados de espionaje. Los países castigan con demasiado rigor a los espías y luego los intercambian.
Encontramos así que la política está íntimamente ligada al secreto, acción que en principio atenta contra la democracia.
En la democracia los gobiernos deben ser transparentes y si las estructuras de contrapeso doméstico no funcionan para limitar la opacidad, entonces los ciudadanos deben tener la libertad para descubrir la información. El gobierno abusa de su autoridad al reaccionar en contra de esa libertad aduciendo que develar la información oculta pone en riesgo la seguridad nacional, aunque lo descubierto muestra la cara del abuso gubernamental y en el caso de Estados Unidos, Rusia y China la crudeza del imperialismo.