Sin embargo, hay que tener en cuenta múltiples factores de por qué se afirma que las lluvias no son una solución, ni a corto ni largo plazo.
Primero, hay que recordar que año con año, el discurso de cuidar el agua ha sido constante; hay que reconocer que no ha habido un buen manejo, en general, del agua.
Segundo, la industrialización de Nuevo León ha ocasionado, en gran medida, que los recursos naturales, entre ellos el agua, sean atracciones de inversión y cartas políticas para atraerlas, pero a un gran costo; como esta crisis.
Tercero, el descuido de la autoridad en reparación de fugas y mantenimiento de la infraestructura ha ocasionado grandes pérdidas del vital líquido.
Cuarto, la omisión de la autoridad ante el saqueo de agua (como desvío de ríos, represas, etcétera) y tomas clandestinas, ha provocado también, en gran parte, esta crisis hídrica.
Quinto, la destrucción de áreas verdes, así como incendios forestales, ha provocado que el ciclo del agua se vea afectado.
Sexto, los acuerdos políticos, como el que se tiene con Tamaulipas, firmado en noviembre de 1996, el cual, año con año, se debe ceder el 72% de la capacidad de la presa “El Cuchillo”.
Séptimo, no contar con un sistema eficiente de captación de agua, también ha provocado que mucha de ella se pierda.
Octavo, prácticas como el fracking, un medio de perforación no convencional para extraer gas del subsuelo, requiere de una gran cantidad de uso de agua; así como las refinerías.
Noveno, concesiones a empresas, los cuales, según registros de hoy, consumen un 43% más que toda la población de Nuevo León.
Décimo, falta de un plan, programas, estrategias, métodos o acuerdos para afrontar este tipo de crisis, también genera que no se sepa cómo actuar ante la contingencia.
En fin, los motivos pueden ser más, pero el punto de todo esto es que, hasta que no se revise cada uno de estos rubros, dará igual cuántos metros cúbicos dejen las lluvias. Cada año será el mismo problema: un cuento de nunca acabar; como ha sido hasta ahora.
Por lo mismo, si en esta temporada de lluvias ocurre el milagro que tanto se espera desde el gobierno y la ciudadanía, habría que preguntarse qué ocurrirá al año siguiente y qué medidas se están tomando ya para evitar otra crisis.
Ahora, en el mismo sentido va el proyecto de Monterrey VI, ya que tener más fuentes de agua tampoco es solución. Si no se hace algo para revisar los rubros planteados, no habrá agua suficiente que pueda solucionar la crisis.
Aún más, incluso puede provocarse mayores problemas, sea afectando a otras comunidades o especies animales que habitan a los alrededores o en los ríos mismos.
Por todo, es necesario poner atención a estos puntos expuestos y otros que aquí no se han mencionado, ya que el agua es fundamental para la existencia no solo de la humanidad, sino del planeta entero. Y, por ende, saber administrarla es algo indispensable.