Pachuca.- Debido a la pandemia del Covid-19 que azota al mundo, la Fundación Arturo Herrera Cabañas (FAHC) no pudo celebrar como cada 30 de abril su 26 aniversario, simplemente se pospone. Esta institución se forma, emblemáticamente a partir de la muerte de Arturo Herrera Cabañas, historiador y promotor de la cultura hidalguense, el 30 de abril de 1994 y desde entonces su familia y amigos empezaron una serie de actividades para refrendar algunas de sus pasiones por el arte y la cultura.
Con amplio reconocimiento y arraigo en la sociedad, la Fundación Arturo Herrera Cabañas ha desarrollado una intensa actividad en favor de la difusión y promoción de la cultura, que ha enfrentado diversos retos, entre ellos una precaria cultura oficial, caracterizada por el mercantilismo ignorante y la carencia de un proyecto viable pero sobre todo por el autoritarismo que impone censura y vetos para frenar lo imposible: el talento, la pluralidad, la crítica y la creatividad.
Es precisamente la vocación de apertura, crítica, pluralismo y diversidad de la Fundación Arturo Herrera Cabañas, la que para muchos es su signo de distinción. Se entiende el arte y la cultura como ejercicio de libertad, sin fronteras ni limites, siendo la calidad y el buen juicio los únicos requisitos para exponer, lo que distingue de la cultura oficial y de la cultura de elites para las “buenas conciencias” de la clase media y del sector que influye en esta materia desde hace años.
La FAHC no solo recoge las principales aficiones de su inspirador, sino que ha ampliado y fortalecido un complejo de actividades que incluye el rescate de la cultura popular (los festivales del albur y de los barrios mineros) y de los grupos indígenas de Hidalgo; cada año hay muestras de pintura y de jóvenes promesas, para los cuales hay una sala de Arte Joven. Entre los artistas locales han destacado, con proyección propia Mario Patiño y Eric Reyes grandes expositores de artes visuales. Junto a ellos han expuesto otros artistas reconocidos a nivel nacional e internacional, como Rufino Tamayo.
Desde sus inicios la difusión de la cultura ha sido una línea central, en términos de conferencias, foros, talleres, mesas de debate e inclusive congresos sobre temas que incluye la cultura política. Han acudido literatos, científicos y humanistas al llamado para discutir los grandes problemas nacionales y locales. En congruencia con el pluralismo y la diversidad ha sido asiento y sede de diversas organizaciones de la sociedad civil, de la cultura, de derechos humanos, de canto y educación, con la condición de no partidizar ni llevar intereses de grupos económicos o religiosos.
La FAHC situada en el centro de la ciudad está en un lugar estratégico a él han llegado niños, jóvenes y público en general. También ha conformado esfuerzos de expertos en el Comité del Centro Histórico, dedicado al rescate y protección de la arquitectura, historia y sociedad de lo que fue durante siglos la ciudad de Pachuca. Su domicilio y ubicación en la calle Allende 113 de Pachuca, es también un factor de identidad.
La FAHC sigue creciendo cada año, y cada año forma nuevas conciencias de niños, niñas y jóvenes. Su aporte multidisciplinario se vio con la gestión del rescate cultural de la comunidad El Bordo, para memorizar los 100 años del incendio de la mina, en 2020. Tiene el proyecto inminente de apertura de la biblioteca Miguel Ángel Granados Chapa, que mostrará el acervo bibliográfico del reconocido periodista hidalguense.
La Fundación Arturo Herrera Cabañas es ya un referente de la cultura, un espacio imprescindible desde la sociedad civil, que como los buenos vinos, cada día está mejor. O como el tango gardeliano, veintiséis años no es nada, salud y felicitaciones a ese espíritu libertario, tan necesario en esta etapa.