GOMEZ12102020

Guardia Nacional a consulta; ¿es necesario?
Carlos M. López Hernández

Monterrey.- Nuevamente, la Guardia Nacional se convierte en todo un tema de qué hablar. Esta vez, porque se contempla implementar una posible consulta ciudadana con el objetivo de decidir si esta debe quedar al mando de Sedena y permanecer en las calles, o si debería mantenerse como una entidad civil.

Con ello, también vuelve el tema de las consultas ciudadanas, que si bien son un instrumento de participación ciudadana y propio de una democracia participativa, no parece adecuado optar por esta vía en un caso como la Guardia Nacional, y lo que está en juego en este rubro.

Y es que el gobierno federal es la parte que debe dar las razones por las cuales deben las fuerzas armadas seguir en las calles. Eso no lo cambiará la aprobación ciudadana.

De otro modo, se estará ante un caso de falacia ad populum (apelar al público); es decir, que el apoyo ciudadano se convertirá en un argumento por sí mismo, el cual sería el único válido para justificar lo aprobado.

Sin embargo, la voluntad ciudadana carece de argumentos propios cuando se le considera como la simple expresión u opinión para legitimar una acción o una afirmación.

Suficiente es con recordar aquellos spots de la campaña de Peña, en 2012: «tanta gente no puede estar equivocada». Y vaya que se equivocó. Por aquellos años se creía que el regreso del PRI atraería viejos anhelos; el resto es historia.

Por tanto, si tanto se ocupa mantener las operaciones del ejército hasta 2028 y que la Guardia Nacional esté bajo la Sedena, se debe a apelar por razones perentorias que lo hagan válido. Apoyarse en la opinión pública, quizá haga legítima la propuesta, pero no la hará la más razonada ni la más adecuada.

Por otra parte, ciertamente la consulta ciudadana se ha implementado en otras ocasiones, tanto para el juicio a expresidentes, como la revocación de mandato a nivel federal.

Pero esos casos son completamente diferentes a lo que se pretende ahora con la Guardia Nacional.

En el caso del juicio a expresidentes, consiste en una exigencia ciudadana para que la administración pública recabe información (pruebas), para no dejar impunes ciertas decisiones del pasado, pues para un ciudadano común, le sería casi imposible dar con esos documentos.

En tanto a la revocación de mandato, era un ejercicio necesario para poder crear un precedente con el cual fuera posible extenderlo al ámbito estatal. Un ejercicio de participación ciudadana legítimo, en el cual se evalúa a los gobernantes.

Por ende, querer llevar a consulta el tema de la Guardia Nacional, no es apropiado ni necesario. Deben, sin embargo, construirse argumentos por los cuales se justifique la decisión que se pretende, ya sean jurídicos, sociales, políticos, económicos o de cualquier otra índole.

Debe quedar claro que las consultas ciudadanas no son un comodín mediante el cual es válido justificar cualquier decisión o decisiones sobre cuestiones de roces políticos.