Monterrey.- 1- ¿De qué trata tu libro «Historias escritas en la piel»?
R= Es un abanico de relatos vistos desde la subjetividad de mis demonios, sobre todo el de Eduardo, un niño que vivió de forma pasiva/activa cada una de las anécdotas. Hay de todo como en miscelánea, pero siempre con un factor común: el dramatismo de sus imágenes, todas llevan un cuerpo definido que se impregna de retratos y pasajes, espacios pintorescos; llevan en sus entrañas buena parte de imaginación salpicadas con chispas de realidad.
2- ¿Cómo surge la idea de escribirlo?
R= Quizá surgió por el hecho de que es momento de atreverse a desdibujar las medias verdades y dejar de seguir reglas de una sociedad que te limita y te contiene en espacios y estereotipos; otro punto detonante fue el fallecimiento de mi padre, que fue el autor intelectual de que yo esté en este viaje de letras. Él fue el culpable directo (en el buen sentido de la frase) de que me apasionara leer y por consiguiente me llevara a escribir; me hubiera gustado que tuviera en sus manos mi libro, pero ya no fue posible. Nada está escrito ni mucho menos es eterno, aquí si cabe la frase “La palabra convence, pero el ejemplo arrastra”. Mi padre fue de muy pocas palabras, pero era un asiduo y obsesionado lector de las revistas de a peso de su época.
Por otra parte vas vaciando en libretas cada situación, experiencia, anécdota, la cotidianidad misma que te va dando un bagaje de posibilidades, en algunos momentos de forma incidental o de manera espontánea algunas personas leyeron mis letras y les parecía agradable. Eso me llevó a buscar trascender. Más allá del hecho de comercializar mis letras, está el objetivo obsesivo de que sean leídas y dejar una mente inquieta y dispuesta a caminar la vereda de los locos para formar el camino de los cuerdos.
3- ¿Cuáles eran tus objetivos al publicarlo?
R= Como ya lo dije en la pregunta anterior, el objetivo principal es dejar un precedente, en este caso familiar, que permita a la estirpe que vaya dejando mi sangre encontrarse y saber de dónde vienen, y formarse una idea de hacia dónde pueden llegar si se lo proponen. Nada está firmado en este contrato llamado vida y se puede llegar hasta donde cada persona se lo proponga.
Lo comercial en mi caso está en segundo plano, si me fuera posible no vendería mi libro, buscaría otras formas de poder distribuirlo y permitir que muchas más personas puedan leer por lo menos una de las historias que ahí se incrustaron. Estoy seguro, y reitero, estoy seguro de que más de una historia se verá reflejada en el lector en turno.
Otro objetivo muy básico lo define el poeta cubano José Martí, quien señaló que “hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”.
Hasta ahora las tres cosas ya las alcancé y me dio por bien servido.
4- ¿Se cumplieron los objetivos?
R= Es muy prematuro para saber si se han cumplido los objetivos que se pudieran desprender de la publicación, además de los que intrínsecamente he postulado, quizá el tiempo y el viaje que realice a través de las personas que lo tengan en sus manos, lo lleguen a leer y lo dejen en su mente en un espacio ahí guardado para recordar o quizá para dejar olvidado; eso estará sujeto al TIEMPO, las CIRCUNSTANCIAS y al DESTINO.
5- ¿Cómo escogiste el título?
R= Para entrar en contexto, alguna vez platicando con un lector incidental de mis letras, me preguntó que cómo se llamaría mi primer libro y yo le dije: “¡Cuando escriba mi libro se llamara “Mis Primeras Pendejadas!”. Surgió el título de manera espontánea y natural. Pasó el tiempo y quedaron en el camino proyectos de publicaciones accidentadas o fallidas, donde usé algunas frases para título, entre ellas: “Entre crisis y demonios”.
He escrito cuatro plaquettes de manera muy doméstica, pero sin perder ni demeritar la disciplina y cada uno lleva un título que surgió a partir de sus letras o de una analogía de las mismas: “Las Lágrimas de la Tortuga”, “El Canto del Cisne” y “El mito de la Sirena”. Tres de ellos se escribieron para un evento que se llama “Grito de Mujer” y el cuarto surgió por el inminente cierre del penal del Topo Chico, y lo llamé “Novenario de Textos para el Penal del Topo Chico”.
Todos ellos están sin ser comercializados, sólo se publicaron en sus respectivos eventos a excepción del novenario que hasta ahora surgió en este libro con cinco de los diez relatos que lo componen.
El surgimiento del título fue un juego de palabras y estaba entre: “Historia en tinta sangre escritas en la piel” o “Historias como sangre tatuadas en la piel”. Pero como la sugerencia era una frase corta contundente y atractiva se terminó por armar, así es como quedó «Historias Escritas en la Piel».
Cabe señalar que tengo un gran problema con los tatuajes pues me causan cierta animadversión, aun así, me gustaban los dos títulos largos que había encontrado para el libro.
De hecho, fue lo último que tuve que armar, el título.
6- ¿Qué fue lo más importante de publicarlo?
R= Saber que alcancé una de mis metas. Un punto importante es que le agrada mi libro a mi familia, que ellos vivieron el proceso de las historias, las escucharon desde sus primeros borrones y desde el nacimiento de cada letra, que surgieron de ahí muchas preguntas de ellos, sobre todo de mis hijos, hasta el punto de decirme uno de ellos: “¡No manches, papá, estás escribiendo cosas por las que hoy estoy viviendo!”. Eso ha sido lo más importante y un placer inmensurable que no cambio por nada en la vida, saber que tienes una historia que contar y que se multiplica y reproduce en muchas personas más, eso no tiene precio.
7- ¿Qué sentiste al tenerlo en tus manos por primera vez?
R= Son muchos sentimientos, todos se conjugan en el momento que ves ahí ya jugando solas las letras que formaron frases y a su vez imágenes que te llevan a lugares y momentos llenos de cotidianidad, que quedarán ahí para ser juzgadas, despreciadas, quizá olvidadas o peor aún ignoradas, pero ahí estarán; sé que llegará el momento, la circunstancia y la persona adecuada que las leerá y dirá: “¡Este pinche viejo sí que estaba loco! ¡Pero qué razón y que imaginación tenía!”.
8- ¿Cómo lo has promocionado?
R= Por ahora ha sido poco el alcance y la promoción del libro; las circunstancias actuales y a futuro se ven inciertas, pero espero que llegue un momento donde se pueda publicitar de forma más efectiva y eficaz; hasta ahora de mano en mano ha tenido buena aceptación y las personas que lo han adquirido lo han hecho con el interés de leer mis letras y no sólo el compromiso de comprarlo por la amistad.
9- ¿Anécdotas, experiencias, satisfacciones vividas con tu libro?
R= Hicimos el viaje en familia (a Guadalajara) para ir a recoger el tiraje del libro; fue una experiencia vívida, teníamos ya muchos años que no viajábamos todos, fue algo sumamente gratificante.
Sobre el libro, quedaron muchas historias por contar; estarán pendientes de ser solicitadas para plasmarse en otras páginas; al fin la selección siempre será cruel e injusta, pero es parte de la vida misma.
10- Hasta ahora, ¿cómo lo juzgas?
R= Aún no tengo un parámetro para juzgarlo, quizá cuando tenga un segundo libro, eso sea posible; por ahora esperaré las críticas, comentarios y opiniones de aquellos que ya lo tienen en sus manos. Estoy abierto a escucharlos y de ahí tomar aquello que me permita ir creciendo en este valle de letras, o en su defecto que un buen amigo (que son muy pocos) tenga el valor de decirme que no sirve y que me dedique a otra cosa. El juzgarlo quedará en manos de quien lo lea y quien esté libre de culpa que lance el primer discurso, ya los venideros serán por añadidura.
11- ¿Cómo recomendarías tu libro?
R= Como un libro de lectura fluida y amena que te permite ver la vida de los años 70, 80 y 90 desde la visión subjetiva de un niño. Tiene pasajes bastante obscuros, pero no es más que el reflejo de aquello que se vivió en muchas de las familias extendidas, patriarcales, matriarcales y disfuncionales de la época. Aun así, muchas de las historias ahí vertidas no tienen tiempo ni espacio, se pueden adaptar a todo momento, incluso en la actualidad, con todo y sus avasallantes cambios y tecnología.
12- ¿Qué aconsejarías a los autores que quieren publicar un libro y no saben cómo?
R= Primero que nada estar seguro del mensaje que quieren dejar, hacia dónde se dirigen y sobre todo no tener miedo al fracaso, ese ya está adquirido desde que nacemos. Lo importante será derrotar los miedos e inseguridades, que se fijen en quién pueden depositar su trabajo para que no los vayan a estafar, que tomen en cuenta opiniones pero que la decisión sea personal. Encontrarán en el camino quien los juzgue aun sin saber de lo que habla. El valor es personal y las metas alcanzadas también; animarse que la vida sólo es una y hay que vivirla.
13- ¿Tienes otros libros en el tintero?
R= De hecho, este libro debió ser de poesía, pero al enviar mi material a la editorial leyeron los relatos y sugirieron que fuera de historias; no despreciaron mi poesía, pero me comentaron que los relatos tendrían más impacto y sería un buen aperitivo para empezar a publicar, de tal forma que, si aún tengo la inquietud de publicar un segundo libro, pero esta vez con poesía.
Darle forma profesional a los plaquettes y quizá una mezcolanza de letras, aunque a los editores no les parece pues siguen las reglas y buenas costumbres literarias. Pienso darme el gusto de hacer una revoltura. Por cierto, mi archivo donde guardo todas mis locuras se llama: “Pensamientos, relatos y algo más”.