1.- ¿Qué libros ha publicado?
R= «Ave Fénix» (2000), «Relámpagos que fueron» (2016), «La guerra perdida» (2017) y «Maquinaciones» (2018).
2- ¿De qué tratan sus libros?
R= «Ave Fénix» es un libro de cuento en el que se narran historias en torno a los miedos que me persiguieron desde niño. «Relámpagos que fueron» es una especie de biografía novelada de dos músicos norestenses con una gran trayectoria: Cornelio Reyna y Ramón Ayala. «La guerra perdida» es una novela que tiene como fondo histórico la invasión norteamericana en el estado de Nuevo León de 1846 a 1848. «Maquinaciones» es una colección de cuentos cortos sobre temas diversos.
3- ¿Cómo surge la idea de escribirlos?
R= Los cuentos de «Ave Fénix» y de «Maquinaciones» tienen orígenes muy diversos y llevaría mucho espacio hablar sobre cada uno de ellos. Pero sí me detendré en las novelas.
La idea de escribir «La guerra perdida» surgió una tarde en que leía «América ocupada», de Rodolfo Acuña, y en un párrafo me encontré con nombres de lugares conocidos: Camargo, Marín, San Francisco. Me detuve a releer y supe que los americanos habían pasado por aquellos lugares para invadir a Nuevo León en 1846. A partir de ahí, me puse a investigar hasta que me di cuenta de que debía hacer algo con tanta información que ya tenía sobre el tema. Pasé de apuntes a artículos, a ensayos, a cuentos, hasta que todo se concretó en la novela.
En cuanto a «Relámpagos que fueron», siempre quise saber sobre “Los Relámpagos del Norte”, grupo musical formado por Cornelio Reyna y Ramón Ayala en la década de los sesenta, pero no encontré ni libros ni revistas que hablaran sobre ellos. Fue hasta que di con una entrevista que le hicieron a Ramón Ayala cuando empecé a vislumbrar que podía recrearse la trayectoria de ambos en un libro.
4- ¿Cuáles eran sus objetivos al publicarlos?
R= Compartir mis hallazgos respecto a temas que me atraían, tanto en cuento como en novela.
5- ¿Se cumplieron dichos objetivos?
R= Eso espero. No puedo saber cuánta gente ha leído lo que escribí, porque una cosa es que alguien compre el libro y otra que se dé el tiempo para leerlo.
6- ¿Cómo escogió los títulos?
R= En el caso de los libros de cuento, sólo tomé el título de un cuento incluido en ellos. Para las novelas fue más complicado, porque tuve que hacer combinaciones de posibles títulos hasta que ya no hubo tiempo, porque estaban por publicarse.
7- ¿Qué fue lo más importante de publicar estos libros?
R= Que quienes sabían que escribía y no me lo tomaban en serio me creyeran por fin que soy escritor. Y, sobre todo, que me lo creyera yo.
8- ¿Qué sintió al tenerlos en sus manos por primera vez?
R= Como presenciar un milagro: la aparición de algo que no existía en este ni en otros mundos.
9- ¿Cómo los promocionó?
R= En entrevistas de radio con Dalina Flores (Tec) y Genaro Saúl Reyes (UANL); en videoentrevistas en Radio Tec de Saltillo en la Feria Internacional del Libro de Arteaga, Coahuila; y en Radio Medicina, UANL, con Karla C. Rodríguez y Sergio Gerardo Treviño.
10- ¿Qué repercusión tuvieron?
R= Sé de una reseña sobre «Relámpagos que fueron», de Yuliana Rivera, que se publicó en “La Palabra y el Hombre” No. 38, revista de la Universidad Veracruzana. Sé también que este libro está en 14 universidades de Estados Unidos y en una de Alemania, en concreto, en Berlín.
Por su parte, «La guerra perdida» ya no anda tan perdida, porque la tienen en sus bibliotecas 15 universidades estadounidenses y 2 alemanas (Hamburgo y Berlín).
No sé de reseñas que se hayan hecho aquí sobre ninguno de mis libros.
11- ¿Anécdotas, experiencias, satisfacciones vividas con sus libros?
R= A falta de datos, tuve que inventar para rellenar huecos en «Relámpagos que fueron». Uno de ellos fue escribir un texto en el que Pedro, hermano de Cornelio, le pide que lo enseñe a componer canciones. Cornelio le dice que no puede, que nadie puede enseñarle a componer, que eso se aprende solo. Pedro dice que cuando crezca va a ser compositor. Ese fue el texto. Pero ya publicado el libro, me di cuenta de que Pedro se convirtió en compositor de canciones tan emblemáticas como “Mi tesoro”. Me encantó que la mentira que inventé fuera superada por la realidad.
12- A la distancia, ¿cómo los juzga?
R= Todavía no puedo leerlos como si no los hubiera escrito yo.
13- ¿Cómo recomendaría sus libros?
R= Como que su lectura no llevará tanto tiempo como el que me tardé en escribirlos.
14- ¿Qué aconsejaría a los autores que quieren publicar un libro y no saben cómo?
R= Que no se compliquen. Si un libro está bien escrito, inevitablemente le llegará el momento de su publicación.
15- ¿Tiene otros libros en el tintero?
R= Por supuesto que tengo varios ya terminados, pero preferiría no adelantar nada. No quisiera que se me rompiera el cántaro como a la lechera.