Monterrey.- Este 2 de octubre se cumplen 51 años del movimiento estudiantil que cimbró al pueblo mexicano y cuyas heridas siguen abiertas por la falta de verdad y de justicia desde 1968.
Con la victoria popular de Andrés Manuel López Obrador llegó la hora de terminar la historia oficial de mentiras que fabricaron los gobiernos del pasado sobre la cruel matanza de estudiantes universitarios en Tlatelolco, luego de décadas de corrupción e impunidad.
Una de las heridas que sigue abierta es el número total de muertos después de medio siglo, a pesar de investigaciones de expertos con el respaldo de organizaciones en materia de seguridad. El Estado sigue sin reconocer la cifra oficial de estudiantes ultimados por las balas asesinas o que fueron desaparecidos o heridos e, incluso, detenidos durante la represión policíaca y militar en los hechos ocurridos no solamente en la Plaza de las Tres Culturas, sino en los días anteriores y posteriores al 2 de octubre.
Las cifras que arrojó una investigación reciente, realizada por el grupo Archivos Abiertos de la organización civil National Security Archive, revela que tan solo fueron mil 786 las víctimas directas de la represión perpetrada por agentes policíacos y soldados, de ellas 78 muertos, 31 desaparecidos, 186 lesionados y mil 491 detenidos.
De acuerdo con dicha investigación, de julio a diciembre de 1968 hubo 78 víctimas mortales, 44 de ellas la noche del 2 de octubre y el resto en las semanas previas o posteriores a la trágica fecha. Incluso, se señala que de los 44 caídos se identificó plenamente a 34 con nombre y apellido y a 10 se les registró como ‘desconocidos’, cuando la gran mayoría de quienes sufrieron la represión sostienen que fueron cientos de muertos.
Otra herida abierta es que mientras la verdad sea incompleta y no se esclarezca quiénes son los responsables materiales e intelectuales del Crimen de Estado, no se podrá avanzar en la rendición de cuentas, en la reparación del daño y en la garantía de no repetición del delito, pues ni la Secretaría de la Defensa Nacional, ni el Estado Mayor Presidencial (EMP ahora desparecido) han sido sentados en el banquillo de los acusados.
La matanza del 2 de octubre será un caso abierto mientras prevalezca el silencio impune del Ejército y del EMP sobre su participación en la represión estudiantil y en la llamada ‘guerra sucia’, tal y como han mantenido el silencio en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y en las matanzas de Tlatlaya, Atenco, Acteal y Aguas Blancas.
Resulta crucial no decaer en la lucha hasta que se conozca la verdad y se haga justicia ante tantas heridas abiertas que lastiman profundamente a toda la sociedad mexicana, por lo que se mantiene vigente la exigencia de concluir la investigación y castigar a los responsables.
Nuestra solidaridad con familiares y amigos de las miles de víctimas de la represión sistemática contra los movimientos populares, como el de mineros, en 1950; de ferrocarrileros, en 1958; de maestros, en 1961; de médicos, en 1965 y de copreros, en 1967, cometida bajo el argumento de que eran parte de una conjura comunista que atentaba contra la paz social.
Tenemos la esperanza de que la corrupción e impunidad que prevaleció en las altas esferas del poder en sexenios anteriores, aunado con la falta de voluntad política que originó deficientes investigaciones y manchó al gobierno de criminalidad, sean erradicadas y que AMLO cumpla su compromiso de esclarecer cuántos murieron y quiénes fueron los autores intelectuales y materiales de estos crímenes de Estado, a través de la Comisión de Investigación para la Verdad y la Justicia que encabeza Alejando Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
En Nuevo León lamentamos que el Gobernador y varios Alcaldes ignoren el exhorto que les hizo el Congreso del Estado el año pasado, para que las calles, avenidas y edificios públicos que lleven el nombre de ‘Gustavo Díaz Ordaz’ sean sustituidos con el de ‘2 de octubre’. Vamos a insistir en que dicho exhorto sea atendido e, incluso, vamos a proponer que la trágica fecha se establezca como Día de Luto Estatal.
Por ello y como cada año, el Partido del Trabajo y el Frente Popular ‘Tierra y Libertad’ convocan a la ciudadanía a la Gran Marcha Luctuosa del 2 de Octubre por las calles de Monterrey, para reclamar que se esclarezca la verdad y se haga justicia, pues el ¡2 de octubre… No se olvida!