VARGAS08062020

Hidalgo 2020: elecciones fallidas
Pablo Vargas González

Pachuca.- Las elecciones municipales de 2020 en Hidalgo se programaron para el domingo 7 de junio empero la crisis sanitaria del Covid-19, de carácter planetario obligó a las instituciones electorales y gobiernos (federal y estatal), principalmente de Hidalgo y Coahuila a posponer los comicios de manera indefinida, dando al traste con toda las actividades que ya se llevaban.

     En una inusitada larga versión el Consejo General del INE, de 51 páginas, hizo la justificación legal en la que ejerció su facultad de atracción para suspender las elecciones de Congreso Local en Coahuila y municipales en Hidalgo debido al incremento del contagio. Lo relevante de la argumentación fue que, aun cuando no hay medidas ni consideraciones en la normativa electoral sobre una pandemia, el INE tuvo que adoptar medidas extraordinarias para ajustar el tiempo electoral, priorizando el derecho humano a la salud sobre los derechos políticos de los ciudadanos.

     En Hidalgo se declaró la emergencia el 19 de marzo de 2020, el Poder Ejecutivo del estado el que se establecen las medidas sanitarias inmediatas para la prevención y control del Covid-19, se dio en un momento clave del proceso electoral, ya había convocatoria y las estructuras del INE y del IEEH estaban movilizadas en la etapa de la organización y capacitación electoral. Los partidos se encontraban en el momento crítico de la designación de candidaturas, donde se avizoraba la generación de inconformidades, especialmente en el PAN, PRI y MORENA.

     En pleno proceso de selección interna de candidaturas llegó la pandemia del Coronavirus; pero en la celebración de coaliciones electorales ningún partido la concretó predominando la feria de las desconfianzas. Ni el PRI con sus aliados históricos, ni PAN con PRD ni Morena. Después se abrió la posibilidad de las candidaturas comunes. MORENA se alió con PT, PVEM y PESH en candidaturas comunes para 25 municipios. PAN y PRD se registraron para candidatos comunes en 28.

     Los partidos fueron posponiendo dar a conocer a sus candidatos. MORENA marcó la pauta del retraso debido a que se registraron alrededor de 750 aspirantes para 84 municipios, se produjo la “bufalada” de líderes de otros partidos que migraron al partido de la 4T; la Comisión Nacional de Elecciones no cumplió la convocatoria interna ni el 16 ni el 23 de marzo se dieron los resultados; el desgate interno y la falta de transparencia presagia una amplia inconformidad en los municipios. Todos los partidos quedaron en suspenso esperando las deserciones y los perfiles de Morena para hacer su selección.

     En Hidalgo el momento crítico sigue siendo el de la nominación de candidatos, hay cuatro elementos que incidieron en el contexto previo a las designaciones: 1) los intentos de injerencia del gobierno local 2) la pérdida de fuerza de los partidos tradicionales (PRI, PAN, PRD), 3) la división de Morena así como la imposición de lineamientos desde el comité nacional y 4) la desbandada y bufalada de grupos políticos hacia Morena, de diversos signos principalmente ex priistas que no vieron posibilidades en sus partidos, presionaron para imponerse sobre la militancia y las bases.

     En cuanto a condiciones políticas locales en lo formal se presentaba un panorama multipartidario que aseguraba tanto la fuerte competencia pero también la competitividad ya que hay siete partidos nacionales y cuatro partidos locales, que no son nuevos, más bien son “reciclados” con conocimiento del terreno en algunas áreas de la geopolítica. Y es precisamente en el ámbito de los partidos donde se encuentra la mayor recomposición política, desde 2018 con el triunfo de AMLO, los partidos ya no son lo que eran, han entrado en fuertes procesos internos y en gran disputa intestina entre grupos políticos.
La nueva incertidumbre, plagada de desconfianza, la produjo el Covid-19 ya que se planteó en el IEEH-INE la posibilidad de posponer uno o dos meses la campaña electoral con lo que se moverían las fechas del nuevo calendario; a esto se agrega las dos fuertes versiones, una de que las elecciones serán en agosto o bien en el 2021. La batalla político- electoral se ha diferido pero no se ha interrumpido, la batalla queda latente.