Monterrey.- La memoria es un caos perforado por múltiples olvidos en donde todo pierde veracidad. Al residuo que queda se le llama historia. En el libro Historias del rock en Monterrey*, Andrés Mendoza reconstruye, mediante entrevistas y semblanzas de sus protagonistas, algunas de las etapas de este ritmo en nuestra ciudad.
Hasta ahora sabíamos que el rock había llegado en 1958, con el grupo Los Rockets, pero aquí nos enteramos que arribó antes (entre 1956 y 1957): “y repercutió principalmente en un público de jóvenes entre 14 y 16 años” (p. 17).
El gran auge comercial se daría en la década del 60 con grupos que aquí aparecen muy poco: Los Reno, Los Toppers, Los Summers, Los Zignos, Los Happy Boys y Los Brillos, sin olvidar a los solistas como Vianey Valdez (marcó toda una época, pero sólo se le dedica un parrafito), Polo, Enrique Linares, Tommy López, Juan El Matemático, Jorge Barón, Pepe el Rocket y Las Hermanas Alegría.
Es cierto que estos artistas cantaban covers, pero todos contribuyeron a difundir y popularizar este género musical, sin olvidar su influencia en la moda, el peinado y la vida de muchos fans. Figuran por necesidad en el mismo universo musical.
Los que sí figuran son algunos integrantes de grupos destacados; Freddy Galvez (Rockets), Oscar García Chávez (Toppers), Paco Copa (Los Yumar), Raúl Tamez (el “Simón”), José Luis Zendejas (Los Five Fingers), Lázaro Salazar (El Tren), Rogelio González (Los Hipsy, que luego serían el grupo El Amor), Alfonso Teja Cunningham (Quo Vadis), Kukín Carmona (Freedom), Mario Chapa (Spectrum 2000), Rafael Castañeda (Los Brujos), Pedro Cortines (Zhivago), Javier Ferretiz (Los Átomos), Alfonso Ayala Duarte (Los Frijoles), Pedro Delfino (Sangre Joven), Mr. Talo (Ricardo Alejandro Montemayor Villarreal, gran promotor), Dr. Alex (Félix Alejandro Alvarado Salinas), Abelardo Galván Gámez (Midas Touch), Sergio Noel Gomar Piña (Crazy Lazy), Eleazar Ortiz Garza (Raxe), Ricardo Vilchez Prieto (Toxodeth), Xardiel Padilla (La Rocka), Andrés Sáenz Cantú (Genitallica), Jesús Arriaga (Inspector), Chucho Lozano (Cabrito Vudú), Héctor Guerrero y Oscar González Luna (el “Zensei”), entre muchos otros.
También hay un apartado para las cantantes y grupos femeninos: Queta Garay, Vianey, Paty Ayala, Fátima Rosario, Laura Zavala, Ana Gutiérrez, Ana Valdez (del grupo Rabietta), Nora salinas (de Las Metáforas), Melisa Hernández, Verónica Lazos (de La Verbena Popular), Machy de la Garza (de Las Zapatistas), más otras igualmente importantes.
De todo ha habido en el universo existencial del rock regio: formación de grupos, cambio de elementos, falta de apoyo, mala paga, cero apoyo oficial, rock sobre ruedas, creación de revistas, elementos echados de sus grupos, mala circulación de sus grabaciones, levantones policiacos por imagen rockera, composición de rolas originales, pocos espacios para tocar, fe rockera inquebrantable, etc.
¿Cómo ha sido el desarrollo del rock en Monterrey?: “ha sobrevivido pese a los obstáculos de diversa índole que se le han presentado desde su nacimiento. Se le ha intentado maniatar y censurar, sin embargo, todas las iniciativas para proscribirlo se han topado con un movimiento sociocultural libertario” (p. 27).
¿Y cuál es su situación actual?: “El rock en Monterrey está más vivo que nunca, a más de medio siglo de haberse convertido en la música predilecta, y el estilo de vida de una amplia generación de regios, (...) ha estado en constante evolución, recibiendo diversas influencias, no solamente musicales, sino artistas, culturales e ideológicas, configurando una subcultura con características e identidad propia” (p. 27).
*Andrés Mendoza M. Historias del rock en Monterrey. Monterrey, N.L., Edit. Conarte, 2020. 317 pp., fot. B/N. (Memoria del Futuro / Concursos).