PEREZ17102022

HOMBRES QUE ESCRIBEN EN NUEVO LEÓN
Entrevista con Gerson Gómez
Eligio Coronado

Monterrey.- 1.- ¿Cómo te convertiste en escritor?
R= En el momento que cobré el primer premio de algo. Tal vez alguna beca o por publicar en el periódico. Reconfigurado: pasé de aprendiz de imprenta a corrector, traductor y lector en el avión de las cinco de la mañana. Deshojado.

2.- ¿Qué sientes cuando escribes?
R= Sorpresa. Abro la caja de las espantosas X de Chabelo. Tal vez me lleve Muebles Troncoso, la avalancha de mis sueños, el chutagol invisible de las navidades. Algunas veces siento ir en caballo de hacienda. Otras, las más frecuentes, lo hago para mantener la fama.

3.- ¿Cómo te ves a ti mismo como autor?
R= Con raquitismo. En estado de coma. Esa voz de la elegancia cuando desespero. Cuento las palabras. Duermo contando las sílabas del primer párrafo. Trazo líneas imaginarias al dormir en tierra. Paso por lo mío.

4.- ¿Cómo juzgas la obra escrita por hombres en la actualidad?
R= Creo que te refieres a los textos de Valeria Luiselli o de Fernanda Melchor. Son publicables al momento de pensar como varones. Pero si le ponemos Carlos Velázquez, Romualdo Gallegos, David Toscana o Parra, se las retacharía la editorial. Creo que cada vez más Willy Fadanelli es más filósofo que novelista. J.M. Servín se sofoca en Bucareli y Carlos Martínez Rentería nos dejó recuerdos escondidos en la Pulquería de los Insurgentes. Lo bueno es la existencia de Enrique Serna. Vaya fuerza en su prosa. Me da gusto como algunos colgaron las plumas y se volvieron periodistas. Le hacían mucho daño a ambas profesiones.

5.- ¿Y la escrita por mujeres?
R= Sólo escriben poesía. Evito las novelas sobre las genealogías. Los cuentos tan farragosos sobre lo mismo. Me producen hastío los temas interminables. Cada página perfumada. Artificial. Carecen de sangre. Atole en masa. Por favor, alguien detenga la tortura. Sí leo todo lo caído en mis manos. Otras las busco. Hay una novela gay de Wenceslao Burciaga: «Pornografía para piromaníacos». Me gustó mucho. Admiré a Sanjuana Martínez, Lidia Cacho, Anabel Hernández. Pero ya no.

6.- ¿Qué problemas sociales o morales has enfrentado como escritor?
R= Solo la muerte cerebral de algunos de quienes no comulgan con las ideas en proceso de irse a la basura. Ahí andan esos zombies parceros, gonorreas. Fuman basuco y toman aguardiente de ira. Llamarme perverso es un halago. Me lleva el oso polar. Za za za yakuza yakuza. Y ya se saben que el América chifle a su máuser.

7.- ¿Te han menospreciado como autor?
R= Sí. Y volví a ver el nombre de la poeta en un desplegado firmando contra un escritor. Esta frase no tiene sonrisas grabadas. Lo interesante es como un desaparecido amigo la convidó a trabajar. Muy cotorro el asunto. La alivianó tanto tanto tanto…

8.- ¿Consideras que la crítica literaria es más benévola con los hombres que con las mujeres o es pareja?
R= Me gusta leer a Sergio Cordero. La inclusión bibliográfica para desmembrar los manuscritos. Ya no leo a Christopher Domínguez. Hay consignas en las redacciones. Mucho pesan las nuevas minorías. Alaban lo efímero. Ni Volpi o Krause. Hay mucho poeta suelto y se terminan creyendo críticos.

9.- ¿Qué autores, en general, te han impactado más?
R= San Juan, Monsiváis, Hunter S. Thompson, Richard Ford, Enrique Serna, Jorge Villegas, la elitista locura de Carlos Fuentes, lo primero de Vargas Llosa, las épocas reporteriles de Gabriel García Márquez. Erick Pérez Serrano, Gay Talese, Tom Wolfe, Lipovesky, Bukowsi, Cherkoski, Bautman, Truman Capote, Etgar Keret, José Emilio Pacheco. Algunos libros de Margarito Cuéllar, José Eugenio Sánchez, algunos textos de AAP. Toda la obra de Arnulfo Vigil, vaya qué fenómeno de poeta. Pedro López Alvarado. No voy a mencionar a Murakami, ni a quienes cada año hacen listas interminables. La férrea supervivencia de autores de ediciones periféricas: Oficio, Contrafuerte, Generación, El Salario del Miedo, Nitro Press. Hay varios autores publicados por la UANL muy contundentes. Daniel Espartaco escribe muy bonito, económico y sintético.

10.- ¿Y qué escritoras?
R= Svetlana, Poniatowska, periodistas. La Berlin, Rosina Conde. También la señora que apuntó la receta secreta del coronel Sanders para el pollo frito. Aunt Jemima porque ella sí sabe cómo hacer panqueques. Y Carla Soriano, una escritora musical, al utilizar el bajo como instrumento de arte, alegría y bienestar, también tatúa. Susan Sontag, Clarice Lispector, hay varias cronistas como Magaly Tercero, Leila Guerrero. Me fascina descubrir autoras periodistas. En lo culposo, Irma Salinas Rocha, Cristina Pacheco por su cursilería. Las chavas de Kittie, Nervosa, Baby Metal y las vocalistas de Jinjer de Lacuna Coil.

11.- ¿Has publicado libros (y cuáles son)?
R= «Hemisferio de las Estaciones», «Open Book», «Ordinaria Locura», «Crónicas Perdidas», «Turista del Apocalipsis», «Buckhölico», «Algunos saben cantar en la ducha», «El bombrero que come zucaritas», «Montehell», «Monterrey Pop», «Perros ladrando a la luna en Monterrey» y «Prensafans».

12.- ¿Cuál consideras que es tu mejor libro o texto (poema, cuento, novela, etc.)?
R= “Juany la Vaquerita”, “El circo de las criaturas malignas”, «El Hemisferio de las Estaciones». «Los perros ladrando a la luna en Monterrey» ha llamado la atención de un agente literario. Acabo de firmar contrato por dos años, algo bueno debe serlo. Para España y Francia. Me voló la cabeza cuando recibí los papeles.

13.- ¿Premios, becas o reconocimientos que hayas recibido?
R= Fui a una máquina de peluches y no gané nada. Gasté cientos de pesos bebiendo en el bar 1900. Martinis secos con dos aceitunas. La mafia local se reunía en el Reforma para autopremiarse. Ligue más chicas en el exclusivo Café Nuevo Brasil. En La Pirámide estuve cuando Samuel Noyola salió corriendo sin pagar la cuenta. Me quedé solo en la barra, en el lugar. Y dije, vaya confianza. Continué bebiendo Victoria mientras Esteban regresó después del correteo hasta la Plaza del Chorro.

14.- ¿Proyectos en puerta?
R= La versión recargada de «Prensafans» en cdmx. Con prólogo de mi distinguido músico rupestre Don Rafael Catana. Editorial Escombros, mi casa en Iztapalapa. Los punks de vieja escuela usamos relojes Swatch para reconocernos entre la multitud. Y queso…porten… Primero Dios, claro. No vaya a ser… Otro día hablamos sobre música y deportes, me gusta mucho ese tema.