GOMEZ12102020

Homenaje a Garringo
Eligio Coronado

Monterrey.- Los libros de homenaje a luchadores mexicanos se han convertido últimamente en una meritoria costumbre para la dupla editorial Oficio Ediciones y Lucha por la Cultura, de Arnulfo Vigil y Guillermo Gómez de la Rosa, respectivamente.

     Gracias a este esfuerzo hemos vuelto a revivir las hazañas de René Guajardo, Rolando Vera, Murciélago Velázquez, La Diabólica, El Vasco, y de muchas guerreras y guerreros del encordado, así como luchadores exóticos, entre otros.

    Ahora es el turno de Garringo*, (Elías Pérez López) gladiador de León, Gto., que debutara aquí en El Cercado, en 1972. El autor es el cronista Andrés Pérez Sustaita (Monterrey, N.L., 1962), amplio conocedor del mundo del costalazo.

     Su estilo es directo, erudito, memorioso, entusiasta, disfrutable. No hay dato que no conozca ni fecha que no recuerde: “En ese tiempo no había radio ni televisión, muchos menos internet, la magia de la publicidad seguía recayendo en las revistas especializadas como las tradicionales Box y Lucha y Arena de Box y Lucha, además de El Halcón, Sólo Lucha Libre (...), Lucha Libre, la longeva K.O. La de los independientes seguía siendo Combate y andaba otra de pequeño tamaño pero mucha calidad llamada Ídolos del Cuadrilátero” (p. 27).

    El resultado es un recuento de todas las batallas de Garringo, quien fuera campeón mundial de peso medio, coronándose aquí, en la Monumental Monterrey, ante El Signo en 1980: “No solamente destronó a El Signo, sino que le cortó aquella racha fabulosa de triunfos titulares (más de 60 victorias consecutivas)” (pág. 23).

    Carteleras, leyendas, figuras del momento, novatos, arenas, retos, duelos, réferis, promotores, revistas, resultados, entrevistas y todo el despliegue espectacular de este sufrido deporte aparecen aquí con minuciosa exactitud.

    ¿Qué convierte a un combatiente del encordado en leyenda? ¿Los combates? ¿El carisma? ¿La popularidad? ¿Los campeonatos? ¿Las hazañas? ¿La máscara?
    
Garringo alguna vez se enmascaró (1981) y fue El Justiciero, con la anuencia del mismísimo Rey Moro. Y así fue como se retiró en 1982, debido a un veto que le fue impuesto por incumplir un compromiso y porque “la presión arterial le empezó a fallar (y) sentía que la máscara lo ahogaba” (p. 98).

    En la trastienda de la historia han quedado sus épicas contiendas sostenidas contra El Signo, El Texano, La Bestia, Solar, Karloff Lagarde, Babe Face, Fishman, Scorpio, Rizado Ruiz, Lobo Rubio, Ruddy Reyna, César Valentino, Septiembre Negro, El Matemático, As Charro, Aníbal, Satán, Barrabás, La Momia, Jungla Negra, Silver Star (a quien le quitó el campeonato Mundial Medio), Blue Panther, Negro Casas y Golden Boy, entre otros muchos.
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*Andrés Pérez Sustaita. Garringo. Monterrey, N.L., Lucha por la Cultura / Oficio Ediciones, 2020. 113 pp., fot.