HOMERO ONTIVEROS, LA MÚSICA MÁS ALLÁ DEL HOBBY
En esta entrevista, el tecladista de Inspector, periodista musical y viajero le cuenta a Ilse Reyes el ir y venir de la palabra a las notas musicales
Ilse Reyes*

Homero Alejandro Ontiveros Olguín, integrante del grupo regio Inspector como tecladista y compositor, columnista de ABC Noticias y director de su propio espacio de periodismo musical: La Zona Sucia.

     Nació el 29 de septiembre de 1976 en Monterrey, Nuevo León. Se dice regio de corazón, aunque durante su desarrollo y gracias al trabajo de su padre en una empresa nacional tuvo la oportunidad de vivir en estados como Tamaulipas, Durango y Guanajuato. Situación que le ayudó a ser menos cohibido, pues estaba obligado a ser sociable, años depués reflexiona que tal vez eso le ayudó en los escenarios puesto que nunca llegó realmente a sufrir pánico escénico.

     Desde niño su primer acercamiento a la música fue gracias a su familia. Aunque ninguno tocaba realmente un instrumento, la música no faltaba en el hogar. Ambos padres trabajaban, por lo que se quedaba en la casa de sus abuelos y convivía con sus tíos que en la asolescencia escuchaban música de rock, los maternos; grupera los paternos y boleros, sus abuelos.

     Más tarde en una secundaria de Durango, Ontíveros tomaría su primera clase de música con la flauta dulce, donde aprendería a leer partituras. Pero el acercamiento definitivo sucedió en Guanajuato, ya que decidió por su cuenta buscar clases de teclado gracias a que se lo habían regalado en su cumpleaños número 15.

     Múltiples razones llevaron a Homero a elegir el teclado por sobre otros instrumentos. La principal es por la música que se escuchaba en el momento que decidió, en su mayoría baladas de John Lennon, Pink Floyd, Journey y Queen; y también música techno, que le demostraba que se podía hacer todo con teclado. Quedó sorprendido por la diversidad de sonidos que podía producir un teclado pues esto le permitiría realizar canciones más completas.

     Su instrumento le significa un timón, puesto que es una persona que le gusta tener control de la situación. “El piano es el instrumento donde tú puedes visualizar todos los demás instrumentos porque las teclas son como un mapa musical, […] en él puedes tocar hasta ocho notas simultaneas, se visualiza todo desde ahí, para mi es ese timón con el que que voy dirigiendo lo que mí me gusta”.

     Más tarde, durante la preparatoria en Guanajuato, cualquiera hubiera dicho que se dedicaría al periodismo, varios docentes le dieron el perfil y a él le llamaba la atención lo suficiente para participar en el periódico escolar. Situación que años más tarde lo llevó a ingresar a la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

     A la par con la licenciaura en comunicación, también seguía sus estudios de música en el Instituto Nacional de Bellas Artes en el CEDART “Alfonso Reyes”, donde adquirio conocimientos de historia del arte, armonía, composición y la acentuación hacia su instrumento.

     A pesar de que los integrantes de Inspector también pertenecían a su misma Facultad, el contacto se dio gracias a que ellos necesitaban a un tecladista y un conocido común les hablo de Homero. Y lo que sería apoyar por una noche terminaron siendo 23 años de carrera músical bajo el nombre de Inspector.

     En un momento crucial, los pertenecientes al grupo tuvieron que definir sus prioridades lo que orilló a Ontiveros dejar su licenciatura en el último semestre. “La verdad es que no tuve que pensarlo mucho, tenía en claro que estaba en la música y si estaba la oportunidad lo iba a intentar.”

     Claro que para sus padres otra historia sería pues no se mostraban del todo seguros cuando su hijo les informó de la decisión que había tomado. “¿Cómo les transmites tu a ellos que crean en lo mismo en lo que tú estas creyendo?, por más que se los digas es muy complicado porque en México nos han inculcado a que no podemos dedicarnos a lo que nos gusta, y lo que nos gusta siempre nos van a decir sólo es un hobbie, no te permiten tomar ese riesgo, hay una actitud muy paternalista en ese sentido” Esto cambió hasta que en el año 2002, Universal Music decidió firmar a la banda y la canción “Amargo Adiós”, compuesta por él llegaba al primer lugar en la radio nacional.

     “Lo más difícil que se puede experimentar al ser músico se podría resumir en el hecho de no ser valorado la falta de reconocimiento, la falta de creencia en un músico, pues ultimamente se ha creado un prejuicio hacia esta carrera. Además, el músico en México está muy desprotegido; no tienes pensión, no tienes seguro, no tienes un ahorro para el retiro, no tienes prestaciones. Creo que merecemos que nos de la importancia del rol que tenemos en la sociedad”.

     Al momento de componer, más que un método sigue una regla la cual es que cuando tenga una idea para una canción, ya sea una melodía o la letra no la graba en ese instante, sino que espera a que vuelva a llegar a su mente por segunda ocasión, ahíes cuando decide que es una idea buena y comienza a trabajarla. “Hay veces que se me ocurre una idea de una frase y sobre esa frase empiezo a trabajar un poco la música y la atmosfera de la canción, en otras ocasiones empiezo por un cierto patrón musical y ya luego le busco las palabras”.

     Ser compositor para él es como ser un pescador de ideas “Tú te sientas en el piano y estas tocando, no salen las palabras o la melodía, pero no importa síguele porque de pronto en una de esas te aparece el ritmo para esas palabras o una frase para esa melodía. La música comienza a tomar forma y ahí es donde viene el trabajo artesanal, cuando ya aparecieron todas esas ideas ahora lo que sigues es ordenarlas”.

     Ya teniendo su carrera musical definida, Ontíveros no podía olvidar ese cariño que le tiene a escribir, por lo que buscó oportunidad de escribir para el periódico cultural La Rocka. “La onda de querer hacer periodismo musical sale a partir de querer compartir, como cuando tu encuentras algo nuevo, no te lo quieres guardar y se lo quieres decir a alguien”.

     Esto le brindó oportunidades como ser locutor de radio por una década en la radio universitaria y crear su propio espacio digital de periodismo musical La Zona Sucia. “La música y el periodismo, son dos carreras demandantes, sí, pero es cuetión de organizarse; durante los viajes con la banda siempre trato de salir y buscar historias para contar […] Componer canciones es una especie de periodismo porque en ambos se cuentan historias” Dentro de la labor periodística se interesa por las cuestiones sociales en relación con la música y cómo ésta fluye através de la historia. “La cultura es lo que nos define, lo que nos da nuestros ragos y nuestra identidad. Es lo que nos distingue entre los demás, nuestras diferencias de eso se trata el periodismo cultural”. Homero Ontíveros termina desenvolviendose tanto en la culura y música como en su pasión por ella.


*Estudiante de la licenciatura en Periodismo Multimedia en la facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL. E-mail: ilseyervalle@gmail.com