CORONA310820201

HORIZONTE CIUDADANO
El voto por correo
Rosa Esther Beltrán Enríquez

Saltillo.- Durante la Guerra de Secesión –enfrentamiento armado entre los estados del sur (pro esclavistas) y los del norte (pro liberación de los esclavos)–, dictada por el presidente Abraham Lincoln en los Estados Unidos (1861-1865), se estableció el voto por correo, que pasó a formar parte del sistema electoral de la nación vecina del norte.

     El ataque del coronavirus en los Estados Unidos ha sido particularmente fuerte, ya que se han presentado 6 millones 115 mil 638 casos de contagiados y 185 mil 756 fallecimientos; a causa de la necesidad de mantener el aislamiento, se espera que un alto número de electores no podrán acudir personalmente a las casillas de votación y confían en que podrán votar por correo postal.

    Recientemente el presidente Donald Trump, en campaña por su reelección a la presidencia, denunció que el voto por correo postal es fraudulento; sostiene que por ese proceso habrá un gran fraude, a lo que los expertos en historia electoral de esa nación respondieron que la acusación es falsa.

    Para referirse al voto por correo, los norteamericanos lo citan como voto ausente, en vista de que el emisor del sufragio no está presente en el centro de votación.

     A fines del siglo XIX, el lugar de votación tuvo una gran revolución cuando se instituyó el voto secreto. El proceso de votación por correo postal, es una costumbre que ahora se ve cuestionada por el presidente Trump, los riesgos de la votación por correo, los problemas en el Servicio Postal y la gran variedad de reglas en torno a la votación por ese medio, muchas de las cuales cambiaron debido a la crisis mundial de salud, han creado confusión sobre los sistemas, ya que según las entidades estatales las leyes cambian; algunos han puesto a disposición de todos los electores inscritos la votación por correo; otros lo han hecho ampliamente disponible; y algunos requieren que los votantes cumplan con ciertos criterios, como estar enfermos o servir en el ejército; pero, ¿que pasará ahora que la ciudadanía está en confinamiento?

     A partir del 17 de agosto de este año, siete estados, entre ellos Texas, Nueva York y Carolina del Sur requieren de una excusa justificada para votar en ausencia, pero treinta y cuatro estados, incluidos Pennsylvania, Florida y Ohio, permiten el voto en ausencia a todos los residentes que citen el coronavirus, o aunque no especifiquen el motivo; y Washington, D.C. y nueve estados, incluidos Utah, California y Nevada, envían las boletas directamente a los votantes.

     La votación postal funciona así: los funcionarios electorales examinan las boletas por correo con una serie de controles. La información de registro de votantes muestra si una persona está registrada en otro lugar del estado y detalles de identificación, como la fecha de nacimiento y el número de seguridad social, los que ayudan a confirmar que se trata de una persona real.

      Casi todos los estados requieren que los votantes firmen el sobre de devolución de la boleta, y los funcionarios electorales verifican esa firma en el sistema de registro de votantes.

    A principios del siglo XX, comenzó de nuevo la presión por una forma de votar a distancia: “Nos estábamos convirtiendo en un país mucho más móvil. La gente está afuera, viaja por trabajo, construyen ferrocarriles en el oeste. En otra categoría, la gente estaba enferma o lejos de casa”.

     La solución para muchos estados fue permitir el voto por correo, una tendencia que continuó durante décadas, especialmente en el Oeste. En las 3 últimas décadas del siglo pasado el voto postal se permitió y California fue la primera en admitirlo sin condición,

     En México, estamos muy lejos de llegar al nivel de permitir el voto ausente; se invirtió mucho dinero en Coahuila para llegar al voto por internet; los partidos, en general no lo aprobaron, pero es hora de evolucionar para que el PRI salga. De tu voto depende.