Saltillo.- La Universidad de Guadalajara recientemente organizó el Foro sobre la Libertad de Expresión en México y Latinoamérica, los diálogos fueron plurales y participaron periodistas de larga trayectoria y experiencia en todos los medios de comunicación, principalmente en la prensa escrita.
De los debates han derivado y se han abierto diversos temas sobre los que se está polemizando, uno de ellos es el de la escasa participación de las mujeres periodistas en ese foro como ponentes, que no fueron más de 11, lo cual en alguna medida produjo reclamos, pero también reflexiones sobre esa situación, ¿Por qué ese desequilibrio y tan baja participación de ellas, será acaso una escasa apreciación del trabajo profesional femenino?
Lo primero que se piensa es que en el Foro sí hubo discriminación y que la falta de presencia femenina no representa lo que en la realidad ocurre porque ahora como nunca, el trabajo periodístico está elaborado por mujeres, pero ellas trabajan en su mayoría en el reportaje de a pie y no fueron invitadas y las que lo fueron rechazaron asistir; las que se dedican a los temas de opinión e investigación son pocas, pero las hay y muy destacadas, además los varones que participaron en el Foro la mayoría están orientados precisamente a las cuestiones editoriales, al análisis sobre la vida sociopolítica y cultural de sus contextos y entornos.
La historia de la participación de las mujeres en los medios de comunicación ha sido de un avance lento, a principios del siglo XX, sin TV todavía, las que lograban colarse en los periódicos las colocaban en el área de sociales y algunas se orientaron a los temas familiares, la cocina, las modas, los niños, moral familiar, arreglos caseros, luego la prensa se abrió a las entrevistas y la educación; hubo una excepción, Elvira Vargas con un gran esfuerzo colaboró en la campaña del General Lázaro Cárdenas, a mediados de ese siglo los diarios abrieron la puerta para las mujeres para reportear en la política.
Ahora, en México el periodismo de a pie es muy importante y en algunas regiones del país es liderado por mujeres, existen incluso centros de prensa especializados en la problemática femenina, con perspectiva de género que no excluye a los varones, pero se enfocan principalmente en historias de vida de periodistas y defensoras de los derechos humanos de las mujeres, así como sus situaciones de violencia que son muy complejas.
El Foro sí reflejó una participación misógina y patriarcal de los organizadores respecto a los medios de comunicación en general y fue un gran tribunal de crítica a las formas de comunicación del gobierno federal. El esfuerzo y el trabajo penetrante e intenso de las comunicadoras que se están esforzando en romper o al menos provocar algunas fracturas en el techo de cristal mediante el desarrollo de sus capacidades es evidente, aunque en general se llega a muros infranqueables que detienen su avance, sobran dedos de una mano para encontrar directoras de medios de comunicación, hay dificultades para entrar a ciertos espacios, aunque van multiplicándose las jefas de información, pero continua el difícil acceso a las áreas de opinión, aunque sí ha aumentado sigue siendo difícil entrar.
Hay que reconocer que hacen falta espacios para las mujeres periodistas que son en general las que abordan los casos de violencia, las desapariciones forzadas, los secuestros, las extorsiones, los feminicidios en un país en donde 11 mujeres son víctimas de ellos diariamente, los abusos sexuales a menores y un larguísimo etcétera.
Importa ver la mirada periodística femenina en todos esos casos, que valientemente son abordados con costos muy altos para las comunicadoras, muchas veces hasta con la vida, hacen falta espacios en los que se reconozca el trabajo de las comunicadoras, de las jóvenes principalmente.
Agradezco el espacio que me da este periódico. Yo comencé publicando en la UNAM en un modesto boletín de la Facultad de Trabajo Social y de ahí continué en la UA de C con boletines del área científica, seguí en ESPACIO 4, en PALABRA y VANGUARDIA me abrió sus puertas, lo cual agradezco a diario, ahora también publico en algunos diarios digitales; he sido demandada judicialmente por escribir en contra los poderosos, pero como dice el dicho, lo que no te mata te fortalece, he pagado muy caro expresar mi opinión, muy caro. Pero aquí estoy, ante el estado de sitio contra el magisterio.