Héctor Cano Flores, el victorense creador del mango Ataulfo
Francisco Ramos Aguirre*
Miembro de la Sociedad Agronómica Mexicana; Colegio de Ingenieros Agrónomos de México; Asociación Mexicana de Fitotectnistas; Asociación Latinoamericana de Fitotecnistas; Asociación Mexicana de Fruticultura y Asociación Científica Internacional del Café, y otras instituciones. Ha laborado en diferentes dependencias relacionadas con su profesión: Agrónomo Extensionista en la Secretaría de Agricultura y Ganadería, dentro del Plan Agrícola de Emergencia en Zacatecas (1953); ese mismo año recibió una beca de la Embajada de Francia para estudiar en Europa sobre la vid, trigo y olivo en Italia. Agrónomo extensionista en la Región Soconusco, Chiapas; Jefe de Campo en la Comisión Nacional de Café del Campo Experimental de Cultivos Tropicales y Jefe del Segundo Sector (Chiapas, Oaxaca y Tabasco), con residencia en Campo Experimental de Cultivos Tropicalas en Rosario, Izapa, municipio de Tuxtla Chico, Chiapas (1954-1959).
Posteriormente se desempeñó de Jefe de Segundo Sector en el Instituto Mexicano del Café en Tapachula, Chiapas (1959-1973). En tiempos del presidente Luis Echeverría Álvarez, quien impulsó notablemente la producción de café en México, recibió el nombramiento de Secretario Técnico de la Dirección General (1973-1975); Delegado Regional del Instituto Mexicano del Café (1976) y Gerente Para el Desarrollo de la Cafeticultura en la Región Sur (1977). Llegó a ser Coordinador Estatal del Programa Contra la Roya del Cafeto (1980-1983); Sub Jefe de Protección Agropecuario y Forestal de la SARH en Tapachula, Chiapas (1986), y Consultor de la Dirección Gerencia Mutualidad del Seguro Agrícola y Ganadero del Sureste de Chiapas, entre otros cargos.
El milagro del mango Ataulfo
Dentro de sus numerosas investigaciones científicas expuestas en congresos, destaca la creación de la variedad del mango Ataulfo. Este acontecimiento se remonta a la década de los sesenta, cuando a raíz del impacto negativo de los precios del café, el Instituto Mexicano del Café inició un Programa de Diversificación de Cultivos, con el propósito de encontrar especies alternas para el cultivo cafetícola del Soconusco. Bajo este contexto, el ingeniero Cano Flores localizó 32 variedades de mango endémicas de esta entidad, no clasificadas en su código genético.
A finales de aquella década, Cano estudió cinco árboles de mango localizados en el rancho del señor Ataulfo Morales Gordillo, de oficio joyero. Luego de documentar el comportamiento de los árboles, características organolépticas, enfermedades y otros parámetros, creó la variedad I.M.C. M2, coloquialmente llamado Ataulfo, en gratitud al nombre del propietario del rancho donde se desarrollaron los experimentos. Posteriomente se estableció la Huerta Madre en el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas de Rosario Izapa, Chiapas, donde se realizaron masivamente los injertos en los patrones de mangos criollos, con las varetas portayemas del I.M.C. M2. A partir de los años ochenta, se estableció oficialmente como cultivo en Chiapas, sustituyendo a la soya y algodón, que dejaron impactos negativos en el ecosisistema chiapaneco.
Los pioneros de la plantación de árboles frutales de esta variedad de mangos fueron Alfonso y Carlos Renovales, Francisco González Juaristi y Luis Gómez Vega, entre otros. En 1991, el gobernador Roberto Albores Guillén y Secretario de Agricultura Librado de la Torre González, se inició el trámite del registro de la denominación de origen (2004). Al mismo tiempo se adquirió el predio de don Ataulfo Morales, que dio origen a la Fundación Produce, por lo cual desde entonces la zona baja de El Soconusco es considarada la región determinada para la producción y comercialización del mango Ataulfo.
Esta fruta de mayor cantidad de pulpa que el mango Manila, llega a tener un peso promedio de 350 gramos y es baja su acidez; mientras que el hueso representa un porcentaje de peso inferior al 9 por ciento. Gracias a sus contribuciones científicas con reconocimiento internacional, recibió en la Ciudad de México el reconocimiento Jaiba de Oro (1982), otorgada por el Grupo Tampico A.C. Contrajo matrimonio con Zoila Flor de la Torre González, procreando cinco hijos: Héctor, Flor, Olivia, Fernando y Claudia.
(Fuente: Héctor Cano de la Torre/Silvia Luisa Montelongo de Calanda/.)
* Cronista de Ciudad Victoria.