GOMEZ12102020

III ENCUENTRO DE REFLEXIÓN RAÚL RAMOS ZAVALA
Apadrinados por la lucha armada socialista
Eduardo Esquivel Revilla

Sinaloa: del movimiento social a la política
Rebeldía estudiantil, lucha social


Culiacán.- 1) En defensa de la autonomía universitaria, en 1966 el movimiento estudiantil sinaloense, en rebeldía y vinculado a la población, constituye su primera Mesa Directiva y nombra a El Hitler como primer presidente democrático. Atrás quedó la directiva subordinada al rector, y por extensión, al gobernador Leopoldo Sánchez Celis.

2) El movimiento estudiantil sinaloense creció en fuerza y tuvo presencia nacional; el representante de la Federación de Estudiantes de Sinaloa (FEUS), en el Consejo Nacional de Huelga (en 1968), fue Eduardo Valle Espinosa (El Búho).

Contextos
3) En Sinaloa, como en todo el país, el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz aplicaba su feroz política represiva, eficazmente operada por Luis Echeverría Álvarez, secretario de Gobernación. En cada estado, el gobernador era la correa de transmisión del autoritarismo.

4) El telón de fondo internacional era la Guerra Fría. En México la sociedad aceleraba su conversión de rural a urbana. La masificación de la educación en los años sesentas y setentas, posibilitó el acceso de más estudiantes pobres a las aulas universitarias, entre ellos muchos procedentes de poblaciones rurales. Aunque los principales centros de atracción poblacional y estudiantil fueron la ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, en su relatividad ocurrió lo mismo en las capitales de los estados y en algunas grandes ciudades, como Torreón o Ciudad Juárez.

Peculiaridades sinaloenses
5) El carácter nacional de la situación política y del movimiento estudiantil, tenía expresiones y peculiaridades en cada estado, región o población. En Sinaloa los estudiantes en rebeldía eran apoyados por militantes del Partido Comunista Mexicano y de la Juventud Comunista; y por la población sinaloense, especialmente la de Culiacán. Se constituyó un equipo de líderes, varios de ellos formados ideológicamente en el marxismo.

Liberato y Camilo, guasavenses
6) Después de El Hitler, Liberato Terán Olguín asumió la presidencia de la FEUS, a fines de 1968 (o en 1969), continuando su identificación con la base estudiantil.

7) Por efecto del movimiento nacional de 1968 y la sugerencia de Alfonso Barraza, los estudiantes pasaron de su habitual Mesa Directiva, a los Comités de Lucha; y a un Consejo Estatal que nombraría una Comisión Coordinadora y otras comisiones. Camilo Valenzuela adquiere mayor relevancia como dirigente. Y los más combativos le reconocieron como su líder principal.

8) Liberato y Camilo fueron dos figuras relevantes y complementarias, con una línea que los separaba, prácticamente como exponentes de dos alas estudiantiles; una de ellas se incorporaría de plano a la lucha armada socialista.

9) Otro momento de lucha fue la huelga estudiantil de fines de 1969, hasta marzo de 1970. Hubo violencia oficial y lucha callejera.

10) Se constituye el primer grupo dirigente de la tendencia de izquierda radical, que tendría el liderazgo principal del movimiento y luego sería el núcleo inicial de Los Enfermos.

11) La “huelga activa” de octubre de 1971, produjo la organización autogestionaria y un intenso “brigadeo”, en combinación con clases y participación de padres de familia. Ocurrió “la batalla por la opinión pública”. A propuesta de Alfonso Barraza, los estudiantes apoyaron la lucha popular contra la Ley de Catastro, lucha que inició con el liderazgo del Partido Acción Nacional.

Se perfilaron Los Enfermos
12) La Dirección de la FEUS fue dominada por los líderes radicales. Se agudizó la violencia gubernamental. Hubo asambleas, mítines, agitación popular, lucha callejera. Asesinan a María Isabel Landeros Avilés y Juan de Dios Quiñónez, mártires del 7 de abril de 1972.

13) Los líderes radicales entraron en contacto con varios grupos armados socialistas, diseminados por el país. En México, los sinaloenses asumen la línea política del grupo llamado Los Procesos, ya sin su dirigente Raúl Ramos Zavala, pero de acuerdo con su pensamiento político, que incluía “construir una organización revolucionaria nacional, que diera consistencia al movimiento”. Un militante de Los Procesos, Sergio Dionisio Hirales Morán (El Pachis), llegó a Sinaloa a unirse a los dirigentes.

FEUS, Enfermos y Liga: lo mismo
14) Las detenciones alcanzaron a Camilo Valenzuela en octubre de 1972. El ala radical de los estudiantes sinaloenses ya estaba en ruta de lucha armada socialista. La FEUS, Los Enfermos y la Liga Comunista 23 de Septiembre serían una y la misma cosa. Fue la FEUS clandestina, perseguida, con sus presos políticos y sus guerrilleros. La Liga fue constituida en marzo de 1973.

15) Los Enfermos tenían raíces en todo el estado. Había militantes profesionales, no profesionales y una masa de simpatizantes. Habían mantenido en lo posible, a pesar de la clandestinidad, sus vínculos con la población, los obreros, los trabajadores agrícolas.

Sinaloa se anticipó a la Reforma Política
16) A comienzos de 1976, adelantándose a la Reforma Política del presidente José López Portillo y Pacheco, en Sinaloa el gobernador Alfonso Genaro Calderón Velarde decidió liberar a los presos políticos, hacia febrero de 1976. Por contactos establecidos a través de Alfonso Barraza y José Antonio León Mendívil, entre marzo y abril de 1976, los líderes Enfermos excarcelados iniciaron conversaciones y acuerdos con el Comité Marxista; dialogaron Camilo Valenzuela Fierro, José y Alberto Domínguez Rodríguez.

Dos grandes vertientes en la Liga y una fusión
17) La Liga Comunista 23 de Septiembre sufrió una profunda escisión en 1974. Posteriormente se perfilaron dos grandes tendencias: una impulsó la continuación de la guerrilla; la otra decidió la suspensión unilateral de la lucha armada, en favor de la acción política. El 1 de septiembre de 1975, el Comité Marxista aprobó la suspensión de la acción armada. En marzo de 1976 hubo conversaciones entre exmilitantes de la Liga, que derivarían, a principios de agosto del mismo año, en la fusión orgánica de tres grupos procedentes de la Liga: Los Enfermos, El Comunista y el Comité Marxista. La fusión ocurrió en la sierra, por el rumbo de Cuyamaloya (también Cuayamaloya), en el estado de Hidalgo. Participamos en la reunión de fusión: Camilo Valenzuela, Jesús Zambrano y Andrés Ayala, por Los Enfermos; Héctor Torres y Juan Veloz, por El Comunista; José Domínguez, Alberto Domínguez, Chuy y Eduardo Esquivel Revilla, por el Comité Marxista. La nueva organización editó el periódico Dictadura Proletaria.

Dictadura Proletaria en Sinaloa
18) En septiembre de 1976, en Culiacán, entró en funciones una nueva Dirección Regional, dado que los muy conocidos líderes sinaloenses tuvieron que salir del estado.

19) En Sinaloa se difundió Dictadura Proletaria y se publicaron Tribuna Revolucionaria y otros escritos, que contribuirían al desarrollo de nuestra organización y a la constitución formal de la Corriente Socialista, surgida en Sinaloa y después replicada en el país.

Alianza en la UAS
20) A fines de 1976 y principios de 1977 hubo una intensa lucha por definir al nuevo rector de la UAS. Básicamente unos apoyaban la continuidad del rector Arturo Campos Román, exmilitante del Partido Comunista; y otros la innovación, con Eduardo Franco, miembro del Partido Comunista. Nos inclinamos por Eduardo Franco y la alianza con el Partido Comunista.

21) La lucha por la rectoría se tornó violenta, principalmente por los apoyadores de Campos Román. Ante el cariz de los acontecimientos, organizamos comandos de camaradas decididos y con capacidad de combate, físico o con armas; rodeamos el Edificio Central, apostamos gente en azoteas y metimos oradores al recinto de votación. Previamente difundimos un documento titulado “¡Alerta camaradas!”, en el que apoyábamos la elección democrática, pacífica, pero advertíamos que, si intentaban con violencia sabotear la elección, con toda energía los doblegaríamos. Lo intentaron, nuestros camaradas de choque controlaron el entorno y nuestros oradores en el interior del recinto impidieron la desbandada: la elección procedió y llegó a la rectoría Eduardo Franco. Fuimos varias fuerzas en confluencia, “pescados”, “chemones”, la nueva corriente socialista y otros grupos. Nuestra aportación fue modesta, pero oportuna. Manuel Esquivel, en nuestra representación política, se convirtió en funcionario de la UAS.

Nuevo Congreso de FEUS
22) Quizá en septiembre de 1977, nuestra organización propuso reorganizar a la FEUS y hubo negativa de todas las fuerzas políticas universitarias. Comenzamos el trabajo por nuestra cuenta y en el momento de elegir delegados por salón y por escuela, los demás se apresuraron a hacer lo mismo donde pudieron, pero estaban rezagados. Se instaló el Congreso de la FEUS en el auditorio de la Preparatoria Central de la UAS y en tal escuela las tres mesas de trabajo. Desde la instalación hasta la clausura, nuestros muchachos dominaron abrumadoramente. Del Comité Estatal de la FEUS, con 10 carteras, decidimos reservar 3 para los del Partido Comunista y aliados, pero no aceptaron y quedaron vacantes en espera de su aceptación.

23) El movimiento estudiantil y universitario en general continuaba sumamente politizado. Y nuestra organización era un referente político imprescindible. También nos dirigíamos al estudiantado del Tecnológico de Culiacán. Como ocurrió con la vieja FEUS y Los Enfermos, nuestra arena favorita de lucha era el campus universitario; y de allí partíamos hacia el resto de la población. Como siguió siendo, en buena medida, hasta la fecha (2022).

Discrepancias internas
24) Al menos desde fines de 1976 hubo discrepancias entre la Dirección Nacional y la Dirección Regional. Desde Sinaloa, ellos sufrían “izquierdismo” y “dogmatismo”; desde México, aquí había “reformismo”. La Dirección Nacional tenía dos organismos adjuntos, los Corresponsales, con trabajo básicamente teórico-ideológico y de propaganda; y la Comisión Coordinadora Partidaria (Cocopa), con trabajo básicamente organizacional. La preeminencia jerárquica era de los Corresponsales. Por las discrepancias fui excluido de Corresponsales y enviado a la Cocopa. De México mandaron, como corresponsal, a mi amigo Mario Ramírez Salas. Después me repusieron en Corresponsales, a petición y votación de la Dirección Regional. A principios de 1978 realizamos en Mazatlán el Primer Congreso Regional del Noroeste, donde se manifestaron discrepancias entre los niveles directivos nacional y regional de nuestra organización. Un propósito no logrado de la Dirección Nacional, era excluirme de la Dirección Regional. Entonces, al parecer, nuestra organización ya se denominaba Frente Marxista, pues nos habíamos fusionado al menos con la Organización Comunista Obrera Lenin y con Socialismo Obrero. Un punto central de la discrepancia era el tipo de relación con el Partido Comunista Mexicano: la Dirección Nacional evitaba tal relación o la aceptaba parcialmente, si se efectuaba con militantes comunistas de base, sin cargos directivos. En la Dirección Regional, yo proponía establecer vínculos formales en todos los niveles, especialmente con los organismos directivos del PCM, para el trabajo político, el acercamiento orgánico e incluso la fusión. En breve se realizó en Culiacán el segundo Congreso Regional del Noroeste, con el objetivo expreso de la Dirección Nacional (esta vez cumplido) de excluirme de la Dirección Regional. Por votación fui nombrado primer suplente, con lo que se garantizaba mi cercana reincorporación a la Dirección Regional, cuestión que ya no me interesaba, porque ya estaba en marcha la salida de un pequeño grupo: Sergio Dionisio Hirales Morán, Ana Luisa Guerra Flores, Leticia Barragán, Mario Ramírez Salas, Mercedes N., Elmy Hellen Cervantes Inzunza, Guadalupe Soltero, Fernando Medina Tiempo, Julio Cienfuegos y Eduardo Esquivel Revilla. Los dirigentes nacionales rechazaban al Partido Comunista, nosotros proponíamos el acercamiento y el acuerdo; en México, por varios días sostuvimos conversaciones con los dirigentes nacionales de PCM. En 1978 nos incorporamos al PC, pronosticando que después nuestra organización haría lo propio. Con motivo de la elección presidencial de 1988, ocurrió el acercamiento. En 1987 hubo fusión de varias organizaciones socialistas, para formar el Partido Mexicano Socialista. Mis viejos camaradas ya eran del PMS y después fueron del Partido de la Revolución Democrática. Ahora algunos continúan en el PRD, otros en Morena y otros más en diversos organismos o en actividad individual, sin partido u organización política.

De la dispersión al despliegue de capacidades
25) En Sinaloa, nuestra gente, dispersa en septiembre de 1976, a fines de ese mismo año y principios de 1977, influyó en la lucha por la rectoría de la UAS; acto seguido organizó con éxito el Congreso de FEUS y persistió en tener presencia en los sindicatos universitarios. Pese a rechazar al Partido Comunista, en 1979 y 1980 hubo aproximaciones y alianzas con motivo electoral. Nuestros camaradas ocuparon cargos administrativos universitarios; por ejemplo, David Moreno Lizárraga fue secretario general de la UAS en 1981 (en alianza con el PCM: el rector Jorge Fausto Medina Viedas era del PC); otros ocuparon direcciones de escuelas, cargos sindicales. Rosario Quiñónez Payán fue secretaria General del Sindicato de Trabajadores Administrativos; Ramón Villegas, José Luis López Duarte, Oscar Loza, ocuparon diputaciones y direcciones de organismos sociales y espacios de comunicación social. David Moreno fue rector de la UAS, así como Rubén Rocha Moya (si bien este ya era militante del PSUM). Héctor Melesio Cuén Ojeda, de aquellos nuestros muchachos de Ciencias Químicas, también fue rector. Rubén Rocha es gobernador de Sinaloa y Feliciano Castro Meléndrez es jefe político del Congreso de Sinaloa. A su tiempo, Feliciano, Ramón Villegas y José Luis López Duarte fueron presidentes del PRD. Mi camarada 25, aquel integrante de Los Pollos, que conocí en septiembre de 1976, recientemente fallecido, se convirtió en líder sindical en Monclova. En fin, las capacidades de los nuestros están más que probadas.

Viejos militantes acompañados por Raúl Ramos Zavala
26) A los viejos militantes de la lucha armada socialista, en la actualidad nos identifica y une nuestra historia común. Y a muchos la determinación de luchar por nuestros desaparecidos, por la memoria de los camaradas caídos en combate, en las torturas o las ejecuciones sin juicio o secretas. A muchos nos unió el pensamiento revolucionario de Raúl Ramos Zavala, especialmente su idea de construir una organización nacional, teórica y políticamente sólida. El 5 y 6 de febrero de 2000 realizamos en Mazatlán, Sinaloa, la Primera Reunión Nacional de Exmilitantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre, con el propósito principal de rendir homenaje a Raúl Ramos Zavala. También en Mazatlán hubo otras reuniones nacionales, la Segunda y Tercera (2001, 2002); en Zapopan, Jalisco, hicimos la Cuarta (2003); y en tierras del Ejido Arturo Gámiz, a las afueras de Ciudad Madera, Chihuahua, hicimos la Quinta (2004), con asistencia de Eleazar Salinas, ya fallecido. El 6 de febrero de 2022, realizamos en la ciudad de México un homenaje a Raúl Ramos Zavala, iniciando así el ambicioso Proceso de Reflexión Raúl Ramos Zavala; en Guadalajara, marzo de 2022, ocurrió el segundo encuentro del referido Proceso de Reflexión; este 22 de junio de 2022, realizamos el Encuentro Sinaloa, dentro del indicado Proceso, pretendiendo hacer más encuentros en distintos estados, para culminar, en marzo de 2023, en un Encuentro conmemorativo del 50 aniversario de la fundación de la Liga Comunista 23 de Septiembre.

El signo de hoy
Este es el marco y el signo del Encuentro Sinaloa, que ha dado pie a estas líneas y otros trabajos que serán presentados por los camaradas, en el ánimo de fortalecer la reflexión, rescatar la memoria histórica y a nuestra manera, rendir homenaje a los camaradas que ya no están físicamente con nosotros, pero que continúan siendo fuente inagotable de inspiración y ejemplo.


Nota: Los datos previos a septiembre de 1976, en Sinaloa, fueron generosamente proporcionados por José Camilo Valenzuela Fierro.

* Culiacán, Sinaloa, 18 de junio de 2022.