GOMEZ12102020

III PROCESO DE REFLEXIÓN RAÚL RAMOS ZAVALA
Del tramo vertiginoso y profundo del movimiento de masas de Sinaloa
Camilo Valenzuela

Culiacán.- Elegimos esta fecha para realizar el lll Encuentro del Proceso de Reflexión Raúl Ramos Zavala, en homenaje a 4 militantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre (LC23S), que el 16 de junio de 1976 en esta ciudad de Culiacán, fueron cercados por la policiaco-militar Brigada Blanca y cayeron combatiendo contra esos criminales.

Para este Encuentro Sinaloa, escogimos como sede este lugar que fue nuestra Casa del Estudiante Rafael Buelna Tenorio, porque fue el espacio donde cientos de jóvenes pobres en su mayoría procedentes de Sinaloa y sur de Sonora, junto al esfuerzo autogestionario para estudiar y sobrevivir sin ningún subsidio, vivimos un intenso proceso de discusión-reflexión y lucha-organización participativas, que nos forjó como un destacamento combativo e influyente en el despliegue del movimiento estudiantil-popular que crecía en la ciudad de Culiacán y en Sinaloa.
Nuestra Casa del estudiante fue hija del emblemático 68 mexicano, porque ese año la fundó la recién democratizada dirección de la Federación de Estudiantes Universitarios de Sinaloa (FEUS). Fue pues creación de la luchas social y democrática estudiantil. Cuatro años después, en octubre de 1972, por ser ya un bastión de la pujante lucha revolucionaria de masas, sería clausurada por un asalto policiaco.

Ese asalto fue parte de la represión a la huelga de choferes del transporte urbano, que por su amplio apoyo popular el gobierno no podía desarticular, iniciando la contraofensiva mediática y represiva contra todo el movimiento en ascenso que se perfilaba como poder paralelo de masas, al que explotadxs y oprimidxs volteaban sus ojos y acudían buscando apoyo, fungiendo como catalizador de la inconformidad-rebeldía contra el reforzamiento de la hegemonía del gran capital en el pujante desarrollo agrícola-pesquero, y de las finanzas-comercio-industria en las ciudades en crecimiento acelerado.

En ese periodo que va de octubre de 1972 a junio de 1976, se desplegó el enfrentamiento entre ese movimiento de masas en proceso de radicalización, en el curso del cual su incipiente componente político-militar se transformó en organización armada socialista; en ese periodo de 4 años, ese movimiento de masas (de decenas de miles) y la LC23S, enfrentaron la guerra de un régimen priista oligárquico y corporativo-represivo, integrado ya al anticomunismo de la guerra fría impuesto por EU; régimen que sometía a las clases populares y a la sociedad en general a un asfixiante dominio, utilizando para ello el control que ejercía sobre todas las instituciones del Estado Nacional...

Ese movimiento de masas asalariadas, campesinas, urbano-populares y estudiantiles, estas no solo de la UAS, sino también del Tecnológico, la Normal e incluso de secundarias, con una FEUS consolidada como organización estudiantil representativa de las bases de todas las escuelas, con métodos de trabajo y estructuras democráticas-participativas, que le permitían ser la fuerza cohesionadora; este movimiento había empezado a emerger desde mediados de los 60's, teniendo en la rebeldía juvenil-rockera y “pandillas de rebeldes sin causa” una de sus fuentes, porque era uno de los segmentos sociales emergentes que escapaban a ese control corporativo asfixiante del priismo.

El componente político-militar inició su conformación a mediados de 1970, cuando recién salido de mi primer encarcelamiento con su respectiva tortura, convoqué a una reunión en la azotea de este histórico edificio a cuatro compañeros que consideré idóneos por su rol de dirigentes de masas y su actitud en la lucha: Eleazar Salinas Olea, Francisco Rivera Carbajal “El Chicano”, Guillermo Juangorena Tamayo y José Antonio León Mendívil “El Negro Mendívil”.

Expuse a mis Camaradas que era necesario asumir la tarea de reorganizar el movimiento para que nunca más la amenaza de lanzarnos al ejército nos obligara a levantar nuestras luchas, a sufrir la imposición de políticas y de opresores que rechazábamos.

Escasos dos meses antes, nos habíamos visto obligados a levantar la primera huelga activa que duró 6 meses y tuvo amplia simpatía y apoyo popular, cuando después de rescatar a pedradas-garrotazos y no pocos balazos el Edificio Central de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) que habían asaltado porros y policías aprovechando las vacaciones de semana santa, se movilizó al ejército obligando al movimiento a replegarse y aceptar la imposición del rector designado por el gobierno a través de la elitista junta de gobierno, alejando la aspiración de que se legalizara el autogobierno para que la UAS fuera realmente autónoma e iniciara la educación científica, democrática y popular.

Planteé a mis cuatro Compas, que como la primera plana de dirigentes habían sido expulsados del estado, en especial El Viejo Barraza y Medina de Anda, quienes jefaturaban nuestra tendencia marxista, era urgente que nos asumiéramos como Núcleo Revolucionario, e iniciáramos la reorganización del movimiento, impulsando las transformaciones ideológicas y político-organizativas, para que el movimiento estudiantil no dependiera de edificios tomados y nunca más la amenaza del ejército nos desmovilizara; que había que ampliar su componente proletario-campesino-popular, porque de esto también dependía que el movimiento alcanzara la capacidad para enfrentar las políticas de represión y manipulación del régimen dominante.

Con la limitada experiencia y capacidad adquirida en ese vertiginoso movimiento de masas de inicios de los 70s e incipiente militancia en la Juventud Comunista de México (JCM), con la influencia y escaso estudio de los procesos revolucionarios que se intensificaron en el pos 68 mexicano; con la influencia de las ondas ideológicas-políticas de la Revolución Cubana y los movimientos guerrilleros latinoamericanos, más la consigna del Che de crear 1-2-3 muchos Vietnam que nos convocaba a asumir que México era nuestro Vietnam; además de un contexto internacional en que destacaba la heroica lucha del pueblo vietnamita por su liberación nacional y el socialismo, cuando la solidaridad y la lucha contra esa guerra imperialista devenía masiva hasta en Estados Unidos; todos esos factores y ese contexto estaban actuantes en esa quinteta de jóvenes por lo que sin vacilaciones nos asumimos como primer núcleo revolucionario, de lo que poco más de un año después se conocería como Movimiento Enfermo, caracterización que nos endilgaron compas de otra vertiente de izquierda del movimiento estudiantil que denominamos “Los Chemones”, en evidente alusión al libro de Lenin: La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo.

También por esos meses del 72, en un Encuentro del Movimiento Estudiantil realizado en la UNAM, que todavía entonces era un actor político social nacional, en el que nuestro movimiento local aparecía como el movimiento del momento, por haber alcanzado el autogobierno y en reconocimiento encabecé la mesa moderadora, iniciamos nuestra relación con el grupo de “Los Procesos”; y con ello, la incorporación al proceso de coordinación de organizaciones del movimiento armado socialista, con nuestro incipiente componente político-militar, que dirigía un movimiento de masas perfilado como poder popular alternativo, lo cual sería fundamental para que ya como LC23S se desplegaran acciones radicales de masas y no solo de comandos.

Cuando en junio de 1976 Enrique Pérez Mora "El Tenebras", Froilán Rendón Estrada "El Cubanito", Miguel Ángel Valenzuela Rojo "El Yaqui" y Pablo Antonio Armenta Rodríguez, caían en un episodio más del terrorismo de Estado contra la rebeldía popular y el movimiento armado socialista, ya hacía como dos años que el movimiento revolucionario de masas, y su componente militar desarrollado como expresión local de la organización guerrillera de mayor implantación nacional, habían desplegado el periodo más intenso de luchas y combates que tuvieron en el “Asalto al Cielo”, de enero del 74 su expresión más elevada; hacía ya casi 2 años que la ofensiva policiaca-militar y mediática, iniciada en octubre de 1972, había desarticulado sus organizaciones de masas y aniquilado-golpeado las estructuras principales de la organización político-militar.
Por esas fechas de junio de 1976, una parte de fundadores y militantes de la LC23S habíamos avanzado en un proceso que llamamos de rectificación, retomando la lucha por los derechos democráticos y reinsertándonos en los movimientos y destacamentos de masas, conformando una organización que llamamos Unidad Comunista, coomo señal de superación del sectarismo extremo en qué habíamos caído...
Pero esa es otra historia.

* Culiacán, Sinaloa, 18 de junio de 2022.
** Fotografía: Rogelio (Foko) Ojeda.