Desde hace unos años, México viene padeciendo una creciente ola de infestación de trolls y bots, que distorsiona la interacción y la comunicación social en las redes. En año 2012, diversas organizaciones académicas y de investigación denunciaron los peñabots, la cual era una organización de apoyo sociodigital, que operó para favorecer la campaña de enrique peña nieto.

     Años después, y antes que iniciara formalmente la campaña electoral a la presidencia de México en el 2018, hubo varias publicaciones que denunciaban el uso de bots PROAMLO, y tiempo después se presentó una investigación realizada por Manuel Cossío, la cual fue ampliamente difundida por medios nacionales e internacionales, donde se aseguraba que AMLO era apoyado por bots rusos. En las redes pronto recordaron el pasado de Manuel Cossío, quien resulto haber sido un infiltrado del CISEN en el movimiento #YoSoy132, incluso lo acusaron de haberse apropiado del dominio web a nombre del movimiento. Era obvio que estas publicaciones y contenidos, tenían la intención de crear una percepción de que, el apoyo de AMLO era falso, pero el avasallador triunfo de AMLO demostró que su respaldo social es real.

     Después del triunfo electoral de AMLO, Tatiana Clouthier público el libro Juntos Hicimos Historia, donde describió una estrategia en contra de AMLO que se llamó la “Operación Berlín”, la cual fue orquestada por empresarios, y consistió en la creación y difusión de propaganda AntiAMLO en medios sociales, fue una operación de guerra sucia. Según lo declarado por Ricardo Sevilla, quien fue contratado como editor de tal operación, esta incluía la creación de memes y noticias falsas, que se difundían por una red de trolls, que se les llego a pagar hasta 50 mil pesos, por mensajes publicados en Facebook y Twitter.

     A casi un año de la toma de posesión de AMLO, los trolls y bots siguen teniendo una presencia cada vez más creciente, infestando la conversación e interacción social real. El reciente informe del instituto de internet de la Universidad de Oxford, señalo en su informe “El orden de la desinformación global”, que en México la desinformación se da en gran medida por partidos políticos y organizaciones privadas o civiles, y no detecto la injerencia del actual gobierno en prácticas desinformativas, como se puede ver en la siguiente gráfica.