GOMEZ12102020

INTERÉS PÚBLICO
Coahuila e Hidalgo
Víctor Reynoso

Puebla.- El PRI proclamó desde el mismo domingo su triunfo en las elecciones de Coahuila e Hidalgo. En el primer estado dijo ganar los 16 distritos en disputa. En el segundo, los principales ayuntamientos. Morena y el PAN desconocieron o cuestionaron los resultados.

     Los triunfos priistas tienen su importancia, aunque hay que matizarlos. Su relevancia está en que el tsunami de Morena no se expresó en estos dos estados. En Coahuila no fue tsunami, aunque sí oleaje: desplazó al PAN del segundo sitio. En Hidalgo casi no tuvo presencia, quizá por su alianza con el grupo conocido como la Sosa Nostra.

     El principal matiz es que se trata de dos estados tradicionalmente priistas, de los pocos en los que no ha habido alternancia en la gubernatura. Pero ciertamente Morena ganó elecciones hace dos años en estados los que el partido de López Obrador no tenía presencia. Así que no se debe menospreciar que el PRI siga ahí.
Más interesante es el discurso del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno. Ha sido criticado por exceso de discreción. Como casi todos los dirigentes de partidos de oposición, ha estado como ausente en lo que va del sexenio. Hasta se le ha señalado como cómplice del presidente de la República.

     Pero después de las jornadas electorales de Coahuila e Hidalgo se ha expresado con alegría, y en un tono que puede prefigurar la narrativa del partido en el 2021.
Enfatizó los buenos gobiernos de los priistas en ambos estados. Y señaló el tipo de oposición que es el PRI: una oposición que no grita ni patalea, que no le apuesta al pleito ni a la división, sino a las propuestas.

     Se ha dicho que lo peor que podrían hacer las oposiciones mexicanas es “engancharse” con el discurso del presidente de la Republica y centrar su discurso en la figura presidencial. Que es mucho más razonable centrarse en los temas relevantes para el país.

     El PRI de Moreno parece ir por ahí. Independientemente de las razones que tenga para no criticar a López Obrador, parece que está construyendo un discurso positivo, alejado del discurso rijoso y polarizador que surge, día a día, del Palacio Nacional.

* Profesor de la UDLAP