Puebla.- “Lo que resiste, apoya” expresó Jesús Reyes Heroles para justificar una reforma política que otorgara registro legal a partidos políticos hasta ese momento excluidos. La máxima puede aplicarse al régimen cubano: su principal y casi único apoyo está en el embargo de Estados Unidos.
No hace falta ser experto en análisis del discurso para constarlo. En los últimos días, gracias a la inusitada, y para muchos incomprensible, invitación al presidente de ese país para ser orador en el desfile del 16 de septiembre, el caso cubano estuvo en el centro de nuestra agenda política. El tema central sobre Cuba: el “embargo”.
El embargo para el gobierno cubano es escusa y logro. Escusa porque justifica el deteriorado nivel de vida de su población. Logro, porque puede presumir que un pequeño país como Cuba ha podido resistir a una potencia mundial.
Pero tanto la escusa como el logro son cuestionables. Recuerdo los comentarios de un amigo que por años hizo estancias de varias semanas en Cuba. Del primer viaje regresó impresionado: “qué mal está Cuba; por culpa del embargo”. Del segundo regresó también impresionado, pero amplió su diagnóstico: “Cuba está muy mal; por culpa del embargo, y de Fidel”.
Después del tercer viaje ya no hablaba del embargo. Describía las lamentables condiciones de la vida en la isla, resultado de un sistema que no funcionaba ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo humanitario.
Es un testimonio personal, no una prueba. Pero podemos considerar que, si los sistemas de economía planificada y de partido único fracasaron por sus incapacidades en la URSS y en Europa Oriental, también esos sistemas son la causa de la situación cubana. Cuba puede comerciar con cualquier país, excepción de Estados Unidos. Aun así, hay datos que indican que la principal provisión de alimentos y medicinas la obtienes hoy los cubanos de ese país.
Por todo esto extraña la tenacidad con la que el gobierno de Estados Unidos ha mantenido el bloqueo o embargo a Cuba. Con ello apoya al régimen cubano. ¿Qué pasaría si el embargo concluyera? Habría quizá alguna mejoría en el nivel de vida de la isla, pero no un cambio radical. Los cubanos seguramente tendrían mayor contacto con el exterior, y verían con más claridad las limitaciones de su sistema.
Podría ser el inicio del fin.
* Profesor de la UDLAP