Monterrey.- Decidió hacer de los Pinos una especie de complejo turístico estilo Vail Colorado para su familia. No debían extrañar nada de su vida en los Estados Unidos. Los infantes tendrían los mismos satisfactores, sin la necesidad de estar en contacto con la chusma.
Nunca tendrían la urgencia de trabajar. Para eso su padre, con sus socios, se partirá el lomo por seis años. Con un solo plumazo decretó un nuevo plan de reactivación para la zona del Bajío. Sacar a las empresas del valle de México, prioridad solidaria con el estado donde vio la vida.
En conjunto con la plana mayor del ejército, marina, policía federal y el cisen, explicó el plan de pacificar a costa de cualquier precio, a esos indios huachicoleros.
-Los ponen en cintura, no pueden estar robando el patrimonio del gobierno. Los desaparecen, los pozolean, cualquier medida o solución de facto es aprobada por la presidencia.
Su lema México al alcance de todos, le recordó mucho al finado escritor Carlos Monsiváis, quien le ayudó con el prólogo de su tesis. Al concluir el primer mes de su mandato, no quedaba nada de la herencia anterior de gobierno. Tampoco se dedicó a perseguir a los saqueadores.
Solo les sugirió, por medio de su Secretario de Gobernación, un porcentaje de sus utilidades. La operación cicatriz en marcha al interior de su partido político. Época de bonanza para la extrema derecha. Eso es, si Dios lo permite, los próximos seis años.