La gloriosa Colonia Genaro Vázquez Rojas
Lupita Rodríguez Martínez
La invasión de tierras en los llamados Cerritos Modelo, localizados al noreste de Monterrey, se dio en el contexto de la lucha universitaria, en la disputa por el control político y administrativo de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Nuevo León.
De un lado estaban el doctor Héctor Ulises Leal Flores, Maximino Hernández Aguirre, Juan de Dios Sánchez Martínez, Ernesto Villarreal Landeros y Roberto Benavides González, entre muchos luchadores más y, como oposición al grupo democrático estaba el grupo médico denominado la “Bata Blanca”, con un fuerte respaldo del sector empresarial de Monterrey.
La efervescencia estudiantil estaba a un nivel muy elevado; la guerrilla urbana y rural también en una alta expresión. Todo ello, motivó que un grupo de estudiantes, maestros y profesionistas, junto con varias organizaciones sociales, buscaran extender su lucha más allá del ámbito estudiantil.
Los estudiantes empezaron por participar en los sectores obrero y sindical de las empresas Fundidora de Monterrey, Teléfonos de México, Galletera Gamesa, Medalla de Oro, Confecciones y Maquilas, así como en otros movimientos sociales.
Este grupo de estudiantes, maestros y profesionistas buscaron además impulsar su participación en el MUP (Movimiento Urbano Popular). Su presencia se hizo evidente en la Colonia Mártires de San Cosme, en la Colonia Mártires de Tlatelolco, en la Colonia Garza Nieto, en la Colonia Los Altos, en la Colonia 2 de Octubre-Díaz Ordaz.
Ante este panorama de lucha y de alta participación estudiantil, se realiza la toma de la tierra de la Colonia Genaro Vázquez Rojas.
La estrategia política fue ampliar el movimiento hacia el sector urbano popular, con el propósito de organizarlos y concientizarlos en el proceso de asimilación y construcción de fuerzas autónomas de masas y, sobre todo, con el convencimiento de construir a largo plazo una organización sólida que llevara a la transformación de nuestro país.
Al mismo tiempo, pseudo líderes de la CNOP, como Margarito Rivera, buscaban traficar terrenos destinados a la educación pública, o lo que hoy es el Centro Escolar de la Colonia Genaro Vázquez Rojas, integrado por un Jardín de Niños, una Primaria y un Centro de Desarrollo Infantil.
Para apropiarse de los terrenos de este Centro Educativo, Margarito Rivera provoca una confrontación con armas de fuego. Este ataque a los posesionarios ocasionó múltiples heridos, lo cual dio pie a la intervención de la fuerza pública para contener la agresión y encarcelar al responsable.
Hoy la Colonia Genaro Vázquez Rojas es un modelo de autogestión, autoconstrucción, auto organización y gestión social compartida.
Con trabajo colectivo y voluntario se introdujeron las redes de agua, drenaje y energía eléctrica. Posteriormente, se gestionó la pavimentación y el alumbrado público y se construyeron viviendas, escuelas y dispensarios médicos, mediante los llamados ‘Domingos Rojos’.
El hecho de que se buscara solucionar la falta de vivienda mediante un programa autónomo de tierra para pobladores urbanos, generó la migración de dos etnias: Mazahuas del Estado de México y Otomís del Estado de Guerrero.
Hasta la fecha estas comunidades indígenas cuentan con una vivienda y con servicios básicos públicos en mejores condiciones que las de sus comunidades federativas de origen.
A los 50 años este movimiento se mantiene vivo y actuante y, por ello, saludamos y felicitamos a todas y a todos los pobladores de la gloriosa Colonia Genaro Vázquez Rojas por el primer cincuentenario su fundación.
¡Hasta la Victoria!