La ilógica de los candidatos
Gerson Gómez

Monterrey.- Se mueven a favor de la supervivencia. Contrarios y afines pasan de un momento a otro. Venden al mejor postor su exiguo capital político.

     Vivir fuera del presupuesto es un error.

     En la administración pública, quien se mueve antes no sale en la foto.

     Chapulinear es verbo no grato. De todos no se hace uno solo.

     Abren los espacios al bravucón. A la mujer con ínfulas de salvadora. A quienes han sido corruptos. No se premia a la inteligencia. Mucho menos al humanismo. A los buenos modales o al pensamiento ideal.

     Perfilan en las boletas nombres imposibles. Desleales y grotescos.

     Deberíamos exigir mejores cuadros. Personajes intachables. Por encima de los partidos y de la mezquindad.

     Amen al país, al estado y a la ciudad por encima del amor personal. Por el bien común.

     Soldados de una sola fe. No hay mercenarios apócrifos de sus ignominias.

     Someter al escrutinio semántico cada uno de sus dichos.

     Afincar la serenidad en el espacio de sus recorridos y redes sociales.

     Evitar la compra de votos en los barrios miserables. Operativos de acarreos. Despensas y favores para después de asumir el cargo.

     Deponer toda la historia de fraudes y simulaciones. A esos candidatos no los vemos. Si no a una gavilla de sinvergüenzas.