Monterrey.- Eligio Coronado (Monterrey, N.L., 1948) juega con las palabras con la habilidad del prestidigitador y una insistencia que puede parecer un juego de absurdos, pero que él comunica con nuevos significantes.
Eligio toma la cotidiano como tema y nos regala una lectura plagada de ingenio, en los días perdidos en la mentalidad empresarial de nuestro entorno; se hace poesía para respirar, ésta subsiste resistiendo lo verde entre el concreto.
Incansable promotor cultural, los que hemos convivido con él nos sentimos honrados con estas dedicatorias en las que manifiesta su deseo de seguir apoyándonos, dándonos, de ser posible, un poco de vida eterna en el papel. Eligio nos elogia con sus letras.
Eligio juega aquí y allá con humor, y nos regala una lectura donde la vida y la muerte, la libertad y la cárcel son compañeras, y nos recuerdan la contradicción que nos caracteriza como humanos; y es que el título es en sí una ironía, pues al incluir nuestros nombres nos volvemos receptores del secreto del otro. Un secreto a voces, que de todas maneras continúa secreto, porque cada poema es una canción con su ritmo, cuya melodía es distinta en la mente de cada lector que la hace suya.
Por más secreta que parezca esta poesía, encontró la forma de salir a flote, madura y cándida, sutil y tenaz, como suele serlo el autor mismo;……
Que la tinta palpite en el pecho de Eligio Coronado y nos siga regalando sus secretos, nos aseguraremos de no guardarlos.
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Eligio Coronado. Poesía secreta. Monterrey. N.L., Editor Carlos Alvarez, 2020. 59 pp. (Portada de Alma Nelly Lian).