GOMEZ12102020

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Duplicar el salario mínimo
Edilberto Cervantes Galván

Monterrey.- La propuesta de aumentar un 15 por ciento al salario mínimo para el próximo año no fue bienvenida por algunas de las organizaciones empresariales. En el enfoque de economía tradicional neoliberal la resistencia y justificación a elevar los salarios era de que significaba una presión a la tasa de inflación. Esta postura nunca se demostró fehacientemente y algunos estudios mostraron que no era válida. Se trataba de un argumento impuesto como verdad.

     AMLO ha impulsado el incremento del salario mínimo desde que llegó a la Presidencia. Este incremento aprobado para el 2021 sería el tercero. Señala el Presidente que, con los aumentos otorgados en los años anteriores, no se ha provocado ningún efecto inflacionario. También plantea que el nivel actual del salario mínimo se ubica muy abajo en la escala de los salarios vigentes a nivel internacional.

     El argumento de que con un salario mayor se reduce la competitividad internacional de las empresas mexicanas tampoco ha sido probado fehacientemente. El costo relativo del trabajo en la producción no es tan elevado como para que al aumentar el pago del salario se reduzca significativamente el margen de utilidad de las empresas orientadas al mercado internacional.

     El pensamiento de los empresarios mexicanos no necesariamente coincide con los argumentos que se han esgrimido, desde hace décadas, para no elevar el pago al trabajo. Un grupo de empresarios promovió, hace más de un año, un “ingreso para el bienestar”; que consistía en duplicar el salario mínimo, con el propósito de generar mejores oportunidades en México y mejores formas para el crecimiento de la economía nacional.

     Uno de estos empresarios, egresado del ITAM, que desde 1988 ha desarrollado exitosamente una empresa con inversiones en México y en el extranjero -Armando Santacruz- concedió una entrevista a Milenio. “Dicen que la pandemia da la oportunidad de replantear el futuro ¿Qué se requiere para que el país crezca?” le preguntó la periodista Pilar Juárez. Su respuesta fue: “Mi México ideal sería un México socialdemócrata, que tuviera un Estado de bienestar con piso mínimo para que nadie se muriera de hambre, para que todo mundo tuviera protección de primera infancia y hubiera salud universal. Es un grave error que la salud sea contributiva, debería ser salud universal”.

     El empresario agregó: “También debería tener un esquema redistributivo más agresivo en el cual podamos garantizar un modelo de movilidad social más elevado. México ha estado en falta con eso desde hace muchos años, con todos los gobiernos que ha habido hasta ahora”.

     Además dijo: “…uno de los temas indispensables es acabar con el capitalismo de cuates, donde cada nuevo partido trae a sus cuates y algunos tristemente son los mismos cuates de siempre. Eso, junto con la tolerancia a los monopolios y los oligopolios, ha sido un gran lastres para México”.
(Milenio, 16 de diciembre de 2020, página 23).

     Con lo que queda claro que no todos los empresarios mexicanos le apuestan a continuar con el “neoliberalismo mexicano” como la única forma viable de régimen económico. El Presidente AMLO debería acercarse a este tipo de empresario, en lugar de negociar solamente con las organizaciones empresariales “conservadoras”. No hay un pensamiento único entre los empresarios.

     La única forma de dejar de depender de la dinámica del mercado externo, que fue el camino seguido con los tratados de libre comercio, es impulsar el mercado interno, con mejores ingresos para el factor trabajo y enfocarse a solucionar las necesidades específicas de la población mexicana.