GOMEZ12102020

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Revés a la globalización
Edilberto Cervantes Galván

Monterrey.- La agenda neoliberal se fortaleció con la desaparición de la Unión Soviética y las reformas económicas en China, ya que en ambos territorios se abrieron las puertas al esquema de desarrollo capitalista.

Este proceso se enmarcó en el planteamiento de que había llegado el fin de las ideologías y que de entonces en adelante prevalecería en el mundo la democracia liberal como forma de gobierno.

Se visualizaba un proceso de globalización en el que se eliminarían las fronteras económicas nacionales, los países se regirían con las reglas de libre comercio y operaría un sistema financiero con acceso a todas las bolsas del mundo.

La Internet apareció como el vehículo de comunicación que facilitaba la globalización. Las tecnologías digitales se enfocaron a aplicaciones en el sector productivo para la automatización de los procesos. La economía digital estaba en proceso global.

Las crisis periódicas del capitalismo se siguieron presentando: a inicio del 2008 se declaró la crisis en las empresas hipotecarias norteamericanas, que tuvo su impacto en grandes empresas financieras.

China mantuvo por muchos años una tasa de crecimiento mayor al 6 por ciento. Tanto China como la Federación Rusa desarrollaron tecnología espacial y bélica.

Ya desde el gobierno de Trump era evidente que la globalización no estaba beneficiando a los Estados Unidos. También acusaban a Putin de estar interviniendo en los procesos electorales norteamericanos. Europa entró en un proceso de controversias y se produjo la salida de Inglaterra de la Unión Europea, el “Brexit”.
Esta descomposición de lo que fue el bloque occidental, en la guerra fría del siglo pasado, también acabó afectando a la OTAN.

Ahora, con la guerra en Ucrania, las sanciones de los Estados Unidos y sus aliados contra Rusia están cortando los lazos de la economía rusa con la de occidente: desvincularon a Rusia de un sistema internacional de pagos, bloquearon a los grandes empresarios rusos (los llamados oligarcas) y congelaron sus cuentas. Ya se retiraron de Rusia compañías americanas. Las importaciones europeas del gas ruso no se han suspendido todavía, ya que varios países europeos dependen en alto grado de ese energético, sobre todo Alemania. Por su parte, Rusia decidió prohibir Facebook e Instagram.

Mientras Rusia y Ucrania se enfrentan en una guerra convencional, con lamentable destrucción y muerte de civiles y soldados, los Estados Unidos lideran una guerra comercial para debilitar las capacidades de la Federación Rusa. La desvinculación de Rusia del mercado global es un castigo económico que está afectando las transacciones financieras y comerciales internacionales.

Se empieza a plantear la fragmentación de la economía global en acuerdos económicos regionales. El bloque americano liderado por los Estados Unidos. El bloque de Europa, sin Inglaterra. Una alianza posible de Rusia y China, incorporando países del sureste asiático. La India con su propia identidad. El continente africano y el Medio Oriente, como territorio en disputa. Japón tratando de mantenerse por sí mismo.

Por el bien de la humanidad, es deseable que la guerra entre Rusia y Ucrania termine lo más rápido posible y que los riesgos bélicos se limiten a esa parte de Europa. La desarticulación de la economía global en curso será difícil de recomponer en el corto plazo.

A México no le queda otra que integrarse con inteligencia en el bloque americano y apostar, ahora sí, al desarrollo tecnológico, la educación de calidad y la investigación científica. Sin dejar de impulsar una sociedad menos desigual y elevar el nivel de bienestar en general.