GOMEZ12102020

Ligas Femeniles del FPTyL
Lupita Rodríguez Martínez

Monterrey.- Participar en la Jornada de Capacitación y Formación para el Liderazgo y el Empoderamiento de la Mujer, que organizó la Sectorial de Mujeres del Partido del Trabajo de Veracruz el fin de semana, resultó un grato honor poder compartirles nuestra experiencia de lucha en el movimiento urbano-popular.

Les compartimos que gracias a los ideales y a las causas que unieron a cientos de brigadistas universitarios en muchas regiones del país tras las matanzas estudiantiles del ‘68 y del ‘71, se desarrolló una gran capacidad de lucha social y de fuerza política para que naciera el Partido del Trabajo en diciembre de 1990, resultado de la confluencia de varios frentes de lucha, que a contracorriente de gobiernos y bajo condiciones precarias levantaron sus casas con piedras, palos, hules, cobijas, cartón y lámina, sino que construyeron el más antiguo y longevo movimiento urbano-popular de México.

Tres años después de fundar la colonia Tierra y Libertad, nacería en 1976 el Frente Popular ‘Tierra y Libertad’ (FPTyL), donde las mujeres nos organizamos en ligas femeniles bajo la línea política de masas. Es decir, mediante el funcionamiento de asambleas y comisiones de trabajo electas con mecanismos de democracia directa y con base en acciones solidarias y tareas compartidas de auto-gestión, de auto-organización y de auto-construcción.

La línea de masas nos llevó a trabajar en forma colectiva en la defensa de la tierra, a trazar vialidades, a construir viviendas, escuelas, hospitales y mercados, a introducir redes de agua, drenaje y luz. Posteriormente, nos llevó a fundar los Centros de Desarrollo Infantil, las Escuelas de Artes y Oficios, la Preparatoria Técnica y la Universidad Emiliano Zapata.

Las ligas femeniles fueron creadas en las colonias adheridas al FPTyL y bautizadas con nombres de mujeres referentes de la lucha social, para rendirles honores y ser motivo de inspiración para las presentes y futuras generaciones.

En la colonia Tierra y Libertad se organizó la Liga Femenil “Tania, la Guerrillera”, quien en vida se llamó Haydee Tamara Bunke Bider, nacida en Buenos Aires de padres alemanes. En la guerrilla de Bolivia en 1960, fue la única mujer que acompañó al Che Guevara, a quien conoció en Alemania Oriental cuando viajó en una misión del gobierno revolucionario cubano.

En la Colonia Revolución Proletaria se fundó la Liga Femenil “Rosa Luxemburgo”, o la “Rosa Roja”, nacida en Varsovia cuando Polonia estaba bajo control del Imperio Ruso. Fue una mujer que puso cuerpo y espíritu a su obra teórica y a su lucha en las calles. Fue antimilitarista, peleó por los derechos de las obreras en los albores de la primera ola del  feminismo y se convirtió en referente histórica. Su frase más recordada: “Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.

En la Colonia Genaro Vázquez Rojas se creó la Liga Femenil “Epifanía Zúñiga de Jaramillo”, esposa del dirigente campesino Rubén Jaramillo, a quien apoyó en su lucha por los derechos agrarios de campesinos y ejidatarios, además cuando se unió al Ejército Libertador del Sur del general Emiliano Zapata. Estaba embarazada cuando fue asesinada junto con su esposo y sus tres hijos Enrique, Filemón y Ricardo. Militares y policías los acribillaron y remataron con el tiro de gracia cobardemente.

En la colonia Victoria Popular se constituyó la Liga Femenil “Hortensia Bussi de Allende”, La Tencha, como cariñosamente llamaron a la esposa y viuda de Salvador Allende, artífice del socialismo chileno. El día del golpe militar su casa fue bombardeada, pero salvó su vida y se exilió. México la recibió con los brazos abiertos, desde donde inició su peregrinar contra la dictadura de Pinochet. Después de 17 años regresó a Chile, jugando un rol clave para esclarecer la verdad sobre el golpe militar y retomar los caminos de la democracia, los derechos humanos y la justicia.

En la Colonia Rubén Jaramillo se integró la Liga Femenil “Las Adelitas”, en memoria de Adela Velarde Pérez, quien con sólo 13 años de edad se sumó como enfermera a la Revolución. Fue líder de la brigada de la Cruz Blanca, que tiempo después adoptó el nombre de “Las Adelitas”, mujeres revolucionarias que atendían a los heridos y como “soldaderas” eran cocineras y ayudantes de los contingentes militares. Debido a su destacada participación contra el ejército de Victoriano Huerta, el 22 de febrero de 1941 fue designada Veterana de la Revolución y un famoso corrido la inmortalizó.

A partir de 1990, las ligas femeniles se constituyeron como la Sectorial de Mujeres, pilar activo y fundamental de nuestro instituto político y fruto de sus organizaciones sociales de masas y movimientos de lucha popular.