Monterrey.- Entendió a rajatabla el paso del tiempo. En medio de su homenaje, en la develación del retrato. Fue tanto su disgusto, a tal grado de incinerar la obra de arte. En la confrontación con el autor, de su postura, la calificó de infame, mal gusto y grosera.
El pintor del retrato, en un acto de sencillez artística, le expuso de la mejor forma, su admiración. Le recordó además, el incesante paso del tiempo. Cobra las facturas y nos devuelve la situación de los mortales. El primer ministro inglés entendió la necesidad de abrir campo a las nuevas generaciones.
Personajes significativos de la lucha social, Porfirio Muñoz Ledo y Mario Fernández Quiroga, levantaron sus manos para aportar la sabiduría de sus ideales.
A Porfirio Muñoz Ledo lo venció las malas prácticas del INE, la poca lealtad y decoro de su compañero de partido Mario Delgado. Muñoz Ledo es directo y no necesita de componendas en lo oscuro. Se dio por vencido de las argucias de Delgado.
En Nuevo León, Mario Fernández Quiroga, empresario octogenario y patrocinador de muchas de las campañas desde el PRD y ahora en MORENA, se muestra reticente a abandonar la lucha por la gubernatura del estado.
No lo opaca su edad, sino las formas de negociación de sus correligionarios, donde Mario Delgado y la aun poderosa Yeidckol Polevnsky le cierran la oportunidad legitima de estar en la boleta.
Solo para apoyar y ganar, por el simple acto de resultar triunfador, con una candidata tan cercana a la corrupción y tan lejana a los ideales de la 4T.