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Los maletines
Gerson Gómez

Monterrey.- Su apuesta es con profesionistas ambiciosos. De preferencia egresados de la UANL. Con deseo de superación financiera. Capaces de ignorar la ética de la carrera de leyes.

     Así construyeron un aparato legal. Con prestanombres. Genios de poca monta. Les pidieron primero apoyar en la compra de terrenos en el sureste de México. Donde desarrollar la industria del cemento.

     Les permitieron constituir el despacho de asesorías legales independientes. Ni en su sueño más profundo, en la colonia Obispado.

     La escalada de asuntos en su portafolio profesional incluyó la política. Compañeros de generación y amigos, Waldo Fernández, Aníbal Garza y Alberto Palomino.
Waldo compró, no con su dinero, sino con la inversión de la cementera regiomontana, la validación de la tercera candidatura plurinominal por circunscripción.

     Primero se hizo del PRD estatal. En las componendas de billetes, su alfil Aníbal, resultó presidente del partido rijoso. La experiencia de Garza en el cabildo de Monterrey negociando con el PRI y el PAN.

     Alberto Palomino circuló hacía la inversión social de la cementera. Al equipo de futbol de la UANL. Incluso en la desaseada elección del 2018 por la ciudad de Monterrey, fue propuesto por los empresarios de la cementera, para presidir el Concejo Municipal de transición.

     Waldo terminó enfadado con el PRD, con quienes lo colocaron en la diputación federal. Le vendió la idea a Jaime Rodríguez Calderón de ser el enlace de los negocios de Nuevo León en la capital. Fernández sometido a operación de banda gástrica se soñó sucesor de Jaime. Lo frenó Aldo Fasci.

     Con Waldo concluyó la vida electoral del PRD en Nuevo León. La pérdida del registro en la Comisión Estatal Electoral. De su financiamiento.

     Fernández ahora supuesto próximo a MORENA les ha vendido su capacidad de candidato para la alcaldía o la gubernatura.

     Ese espacio, les dice, cuenta con el apoyo de la cementera regiomontana para su campaña.

     Waldo, Aníbal y Alberto, fueron tres jóvenes abogados idealistas. Poco a poco han ido destruyendo a la izquierda regiomontana, con la ayuda del gigante del cemento mundial.