GOMEZ12102020

Los márgenes de Cuén
Ernesto Hernández Norzagaray

Mazatlán.- “¿Va a renunciar?”, preguntaron a bocajarro los integrantes de la mesa de los Noticiaristas, a Héctor Melesio Cuén Ojeda, secretario de Salud del gobierno del estado; y la respuesta fue terminante: “No, ¡qué voy a renunciar!”

La pregunta tiene sentido periodístico por las decisiones que en materia de salud pública se tomaron para la celebración del Carnaval Internacional de Mazatlán, y por la reiterada incomodidad que ha manifestado el secretario, ante los medios de comunicación que ha llevado en ellos a pronosticar que no durará mucho en el cargo; que todo es cuestión de tiempo.

Pero, pregunto: si está incómodo porque se le relega en las decisiones que le corresponden, ¿qué lo lleva a permanecer en esta administración donde no parece que las relaciones vayan a mejorar?

La primera posible respuesta es que sólo han transcurrido cuatro meses de este gobierno, y una renuncia en este momento lo presentaría como un político emocional, que no sabe administrarse; y en esa lógica, perdería más de lo que ganaría.

Segundo, sabe que una ruptura, automáticamente lo dejaría fuera de una alianza de su partido con Morena en 2024, que seguramente será el partido a vencer; y una decisión apresurada dejaría libre el paso a otros aspirantes morenistas (y filo morenistas) que no tienen una estructura partidaria en el estado.

Además, si se calcula en Morena, que podría mantener la caída electoral nacional que se documentó en las elecciones federales de 2021, con más razón requerirán de Héctor Melesio y su partido.

Héctor Melesio, desde 2012 aspira a ser senador de la República, pues sabe que, de acuerdo con las tradiciones políticas, sigue siendo la mejor antesala de las nominaciones para gobernador.

No lo logró en aquel año con el Partido Nueva Alianza, y la buscó nueva e infructuosamente en 2018 con el PAN; pero en 2021, localmente hizo la coalición con Morena y gana Rocha Moya, quien lo nombra secretario de Salud.

Sin embargo, lo que se logra ver es que el gobernador lo tiene acotado, no le permite crecer tomando las decisiones que corresponden a su cargo, no es un super secretario, sino hasta ahora un secretario a secas.

Eso al parecer no estaba en los planes de Cuén, ni esperaba ser tratado así, cuando a su decir, prestó servicios poderosos a Rocha Moya, negociando con Luis Guillermo “Químico” Benítez, para que retirara la demanda que tenía contra él en el TEPJF, a cambio del apoyo electoral de su partido al hoy alcalde de Mazatlán.

Asume entonces que ha sido traicionado por partida doble y le están generando un vacío para que no tenga un equipo propio en la secretaria, lo que le impide desplegar todas sus potencialidades de crecimiento, implementando una buena política pública en materia de salud.

Rocha Moya sabe que no las tiene todas consigo, y de distintas maneras busca tener todo el poder sin lograrlo, lo que le lleva constantemente a dar dos pasos adelante uno atrás, y en otras ocasiones, un paso adelante y dos o tres hacia atrás.

Esta situación errática lo lleva a evitar que le crezcan los secretarios, pues tiene suficiente con los alcaldes morenistas, que todos los días le ponen piedras en el camino; y al menos en este año, estará en esa tarea de consolidación de su liderazgo para poder decidir en las nominaciones de 2024.

Es decir, a Héctor Melesio le queda aguantar hasta lo indecible sin seguridad de nada, o renunciar cuando juzgue que es más oportuno para su proyecto político y para lo cual necesita a un partido nacional más o menos fuerte.

Y en ese cálculo, seguramente estará a la expectativa de lo que suceda con la consulta de revocación de mandato, que me imagino movilizará nuevamente a sus huestes, como sucedió con la recolección de firmas para que celebrara; y se dice en los círculos pasistas, que fue del 70% del total de las recabadas en el estado.

Morena, como partido, en el mejor de los casos está en construcción; y eso le llevará a su dirigente al menos de aquí al 2024; hay molestia entre sus militantes y se la hicieron saber a Mario Delgado en su reciente visita a Sinaloa; los mejores cargos, tanto a nivel municipal, como estatal, están en manos de ex priistas y ex panistas; eso desincentiva sumarse al proceso de construcción partidaria.

Eso, si no mejora en Morena, necesitará del PAS en 2024, para que Rocha Moya salga airoso en sus alianzas con quien resulte candidato presidencial de Morena; y entonces el problema será que el gobierno de Rocha Moya, a la vista estará consumido por el corto plazo, el día a día; y se le olvida que, aliados como Cuén Ojeda, están decididos a construir sus propias alianzas con los presidenciables de Morena u otros partidos, o coaliciones.

O sea: sí, ¡qué va a renunciar!

Al tiempo.