sin práctica revolucionaria y viceversa.
Vladimir Ilich Lenin
Monterrey.- Esta frase, una de las más populares de Lenin, no solamente debe ser una idea, sino una orientación que pongamos en práctica quienes luchamos por la transformación revolucionaria de la sociedad mexicana.
Sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria y, por ende, no hay revolución para transformar esta sociedad injusta, este modelo neoliberal y este sistema asesino que ha hecho una fábrica mundial de pobres, causante de todas las disparidades y de todas las problemáticas de inseguridad, violencia, hambre, desempleo, bajo nivel educativo y de salud.
Todos los males sociales son productos de este sistema que acumula la riqueza de manera exponencial en unas minorías y agrava los problemas de las grandes mayorías, al someterlas a una extrema pobreza y desigualdad que las izquierdas hemos venido combatiendo a lo largo de la historia.
El resultado de sistematizar conocimientos, análisis y reflexiones sobre los aportes teóricos de las prácticas revolucionarias, de las luchas populares y de las experiencias históricas en la realidad propia que hoy vivimos los pueblos de mundo, es la llamada línea de masas.
La línea de masas la concebimos como la línea fundamental del Partido del Trabajo, la cual orienta nuestro pensamiento y nuestras acciones tanto políticas como sociales, económicas y culturales.
Con base en la línea de masas, en el Partido del Trabajo aspiramos a ser la vanguardia del pueblo de México, aspiramos a ser el Partido que represente sus necesidades e intereses y aspiramos a hacer realidad la concepción de que el pueblo y solo el pueblo es la fuerza motriz que hace la historia universal y hacerlo a partir de las masas para volver a las masas.
Con estas orientaciones, el sector de mujeres militantes y simpatizantes del PT aspiramos a ser el contingente más sólido en la lucha por conquistar el poder público para transformar la sociedad en beneficio del pueblo.
Las mujeres hemos jugado un papel determinante desde que nos iniciamos como un movimiento social de masas con presencia en los sectores obrero, campesino, magisterial y estudiantil, hasta desdoblarnos como un movimiento urbano-popular a nivel comunitario, nacional y continental.
A más de 50 años de lucha hoy somos una organización política: el Partido del Trabajo, por medio del cual buscamos convertirnos es esa vanguardia que estamos llamados a ser en la sociedad mexicana y cuya misión histórica no la podremos cumplir sin el sólido cimiento de la línea de masas.
Para transformar nuestra sociedad en una más libre, más igualitaria, más justa y mejor para todas y para todos, la mujer juega un rol muy importante en las tareas de las organizaciones sociales y partidistas, sobre todo cuando los procesos sociales son más prolongados y complejos.
Esta situación requiere cuadros militantes ideológicamente preparados y capacitados para enfrentar las tareas de dirección en todos los ámbitos. Y, esa característica la tiene la mujer petista, siendo interés de nuestro Partido que nos formemos no sólo con solidez ideológica y política, sino con apego al legado histórico de las teorías y de las prácticas revolucionarias.
Fue por ello que en el Partido del Trabajo arrancamos una jornada de formación ideológica y capacitación política organizada por la Sectorial de Mujeres y la Escuela Nacional de Cuadros, con el doble objetivo de abordar las temáticas más relevantes de la agenda femenina y proseguir con las demás sectoriales de jóvenes, obreros, magisterio, campesinos y colonos.
Llevar a cabo dicha jornada mediante un ciclo de conferencias vía zoom a nivel nacional, será un ejercicio compartido entre mujeres petistas y expertos conferencistas, cuyos saberes nos permitan volver a aprender y ampliar el bagaje de conocimientos y de capacidades para fortalecer la emancipación y robustecer el empoderamiento que debemos tener y desarrollar.
El principio central del PT es servir al pueblo, como bien lo enseñó Mao Tse Tung, el creador de la línea de masas, y servirlo siendo primero alumnos que maestros de las masas para resolver sus problemas y lograr su desarrollo, ya que el pueblo es la fuerza de la sociedad y es el que transforma todo.