Monterrey.- Desde sus diversas perspectivas, Emma enfrenta constantemente un pasado que, sin tregua la persigue. Las múltiples presencias la acosan en una pesadilla que parece no terminar nunca y hasta el entorno adquiere visos tenebrosos y violentos.
Salud Ochoa (Chihuahua, Chih.) teje, en Mariposas en la tormenta*, una intrincada y emocionante odisea sobre una escritora de textos policiacos.
Mediante un lenguaje preciso y práctico, va desgranando la historia, mientras el suspenso se incrementa, presagiando en ocasiones una tragedia inminente: “Cada noche el mismo sobresalto de antaño, el mismo temor y la misma desesperación” (p. 36).
Además, a su ya largo rosario de problemas, Emma agrega dos más: una amenaza de dedos largos y amarillentos que desea matarla, y otra sobrenatural.
No obstante, el mayor peligro para nuestra protagonista, que reside en España, le espera en la casa paterna de Puebla, donde seis sirenas siniestras, y alguna que otra sirenilla, preparan ya la red para confinarla en un sitio adecuado a sus planes.
Varios encuentros en su pueblo natal arrojarán luces para entender la magnitud de la problemática entreverada de odios y secretos en la que se halla inmersa, secretos que le darán otra dimensión existencial a su vida, lo cual constituye una vuelta de tuerca o giro sorpresivo que viene a explicar la presencia de Sophie Rainier, cuya historia se desarrolla en forma alterna, y que hasta ahora no parecía encajar de ninguna forma en el flujo de los acontecimientos.
Este reacomodo de piezas en el reparto de la historia nos indica que el oficio de Salud Ochoa no es producto del azar o la causalidad, sino del trabajo constante en la fragua del artesano.
Aunque Emma comienza a armar el rompecabezas, el desamparo y el desánimo la siguen angustiando: “Era increíble que después de tantos años aquella sensación de soledad y tristeza siguiera afectándola de esa manera terrible y cruel” (p. 62).
La trama se va entretejiendo entre pesquisas, dudas, amenazas y acertijos que nos mantienen absortos en la aduana de las interrogaciones, ansiosos de participar aunque sea fatigando el intelecto con más suposiciones, mismas que sobrevuelan todo el texto.
La brevedad de los capítulos facilita la fluidez de este universo narrativo en cuyo laberinto está cautiva Emma (y sus alter egos, Greta y Claudia), pero -como ya se señaló- empieza a encontrar la clave en la memoria acumulada del pueblo, conformada por los habitantes más longevos, que se conservan aún en la flor de la lucidez.
Mariposas en la tormenta es un notable ejercicio donde se decide el destino de varios personajes atormentados por motivos de diversos calibres, atrapados todos en una vorágine familiar que se resuelve de forma sorprendente.
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*Salud Ochoa. Mariposas en la tormenta. Monterrey, N.L., Ediciones Morgana, 2021. 121pp. (Col. Loba Madrina: Literatura Escrita por Mujeres, Vol. 1).