GOMEZ12102020

MICROCUENTOS PARA PENSAR
3 relatos 3
Tomás Corona

Monterrey.- El Comensal. Nadie sabe cuándo, cómo, ni por qué aquel misterioso cliente del afamado restaurante ejercía aquel ritual, a cualquier hora, cualquier día de la semana y el mes daba lo mismo. Ataviado siempre de negro, elegía una mesa indistinta cada ocasión y se ponía a observar por largo tiempo a los demás comensales. Elegía una pareja, la más tranquila, feliz, aquella que proyectara un caudal de energía a su alrededor, según el mini discurso de la mesera que nos trajo la cuenta pagada y la mostraba jactanciosa ante nuestros asombrados ojos. Aquella tarde de otoño mi mujer y yo fuimos los elegidos. No entendíamos nada y cuando intentamos agradecer tan generoso gesto, el comensal misterioso había a… ¿Por qué actuaba así?… Sus motivos y razones tendría, pero nadie sabe cuándo, ni cómo, ni por qué… Estas acciones recónditas y profundas ya no acontecen en el siglo XXI…

El sindicato también
Esta temática de las “dependencias que roban” ya se está volviendo una zaga. Fíjese usted. Va a consultar al servicio médico, le recetan medicamento, le indican que usted debe comprarlo si no hay (por lo menos uno falta siempre y regularmente lo compra porque lo necesita) y la entrega queda en espera. Vuelve, después de algunos días y le dicen que no tiene ningún medicamento pendiente. ¿Qué pasa? La entrega aplazada caduca en 5 días y es todo un rollo burocrático volver a activarla; es más, es común que usted ya se haya curado de su padecimiento en ese lapso de tiempo. ¿Realmente caduca la entrega diferida del medicamento, o alguien la cobra a su conveniencia? Es un misterio sin resolver, pero solo en apariencia, más bien parece un robo. (Una pequeña aclaración, las cuotas que los profesores pagan al sindicato, aun los jubilados, se cobran en automático y nunca, nunca se difieren, ni se aplazan, ni quedan pendientes, pero esa es otra historia, otro cuento que un día les contaré…)

Natividad
Natividad no es como la pintan… Resguarda la crueldad entre sus garras ocultas… Es sinónimo de dolor… Los viejos se quedan solos… Se incrementa el número de suicidios entre los jóvenes… El consumismo enajena las conciencias más ingenuas… El frío enardece la pauperizada realidad… Hay quienes no reciben absolutamente ningún regalo… El hambre de los menesterosos les cala hasta los huesos… En los hospitales anida la muerte… Todos te roban… Los míticos personajes en realidad no existen… El desamor inocula los corazones… La rapiña azuza la inocencia… Las madres se agobian en la cocina… Crece la cantidad de atracos… El desconsuelo se incrusta en el alma… Las tradiciones van en vía de extinción… Todo muere un poco cada diciembre…